En 1988 el Centro de Documentación Teatral del Instituto de las Artes Escénicas y de la Música de España encargó a un grupo de teatristas mexicanos la elaboración del capítulo “México” del libro (en varios volúmenes) Escenarios de dos mundos, Inventario Teatral de Iberoamérica. En el capítulo “México” nos dimos a la tarea de hacer un repaso del siglo XX en un intento de estudiar distintas facetas de nuestro teatro. Tuve en suerte que me tocara el tema “El teatro rural en México”, y es quizá por ello que la proposición de nuestra secretaria de Cultura federal, Alejandra Frausto, sobre unas nuevas Misiones Culturales me resuena en lo más íntimo de manera poderosa.
Cuando el apóstol de la educación en México, José Vasconcelos, creaba las Misiones Culturales, había ya puesto en funcionamiento programas de instrucción popular, escuelas rurales y la edición masiva de obras fundamentales del pensamiento europeo y occidental. El teatro en las Misiones Culturales, que no arranca sino hasta 1932, y hasta 1940, nace supeditado más que a búsquedas estéticas de las culturas locales o la apropiación de herramientas artísticas a una función eminentemente educativa y social. La tarea urgente era educar, y por ello, en su mayoría, los ejecutantes o animadores del esfuerzo teatral eran los propios profesores con escasos o nulos conocimientos teatrales. Les acompañaba, sin embargo, la revista El maestro rural (1932), dirigida por Salvador Novo.
En 1988 yo escribía en la investigación de marras: “El teatro en ese periodo [el de las Misiones Culturales] sólo significó un medio viable para educar y mostrar los principales lineamientos de la Revolución de 1910. Fue, en pocas palabras, un instrumento más del sistema pedagógico para reafirmar o transmitir [con escenas breves] conocimientos de historia, enfermería, de técnicas agrícolas, de música, de curtiduría, etc.” Al supeditarse a los intereses proselitistas y civilizadores del gobierno también se le condenó a la imposibilidad de apropiación.
TRASPUNTE
MISIONES CULTURALES
El investigador norteamericano John Nomland, que estudió las Misiones Culturales, considera que la debilidad de las mismas se debió a la falta de competencia de los maestros en lo teatral, y a la ausencia total de autores competentes dedicados a él.
Teatros en municipios /III
Teatro
El investigador norteamericano John Nomland, que estudió las Misiones Culturales, considera que la debilidad de las mismas se debió a la falta de competencia de los maestros en lo teatral.
Ciudad de México /
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