En búsqueda de pertenencia y de identidad, cinco jóvenes varones deciden, cada uno con su propia historia, salir de su entorno. La vida de todos ellos los lleva a interactuar y a conocerse, no solo como grupo sino de forma individual.
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En contexto de los 30 años de Aksenti Danza Contemporánea, dirigida por Duane Cochran, la compañía estrenó Tepalcates, una obra que se adentra, analiza y muestra el complejo tema de las migraciones humanas, “de los caminos laberínticos de la vida y de las cicatrices que vamos teniendo en el trayecto de lo vivido”, dice en entrevista su director.
El título de la pieza multidisciplinaria que se estrenó en la Sala Miguel Covarrubias del Centro Cultural Universitario de la UNAM, el viernes 28 de julio a las 20:00 horas, con dos funciones más el sábado 29 de julio a las 19:00, y el domingo 30 de julio a las 18:00 horas, proviene de la palabra náhuatl tepalcati, que hace referencia a piezas prehispánicas rotas.
En ese sentido, agrega el director de la agrupación, “Tepalcates es la metáfora del hombre fisurado. La idea surgió muy graciosamente porque estaba platicando con un amigo diseñador y antropólogo, y me comentó que estaba preparando una conferencia sobre tepalcates, y dije: yo veía esa palabra, sobre todo en el metrobús y era una palabra que me gustaba; y por alguna razón mi foco creativo se prendió y le pregunté lo que era, y me explicó que eran estas piezas quebradas de una vasija de barro, así que las relacioné con las cicatrices de la vida”.
La metáfora analiza lo que vivimos todo el tiempo: esa lucha constante que de alguna forma nos deja cicatrices visibles o invisibles, “te recuerda, te da hasta nostalgia de que hace tanto tiempo se tuvo un accidente, tuviste recuerdos o remembranzas de las vidas pasadas. Así surgió, y lo estoy tomando metafóricamente como el alma o el espíritu del ser humano que luego se rompe o se quiebra. Esas cicatrices nos hacen los seres humanos que somos ahora: fuertes y que pudimos sobrellevar situaciones”.
Movimiento y sonido
Tepalcates cuenta con música original de Alejandro Escuer y Rodrigo Sigal, “compositores mexicanos internacionales maravillosos. Son partituras increíbles; a parte, uno de mis bailarines creó una pista sonora que ejecuta en vivo, en el momento, y está bailando sobre sus propios sonidos. La música es llevada por estos tres compositores, además de que habrá un video”.
La historia se narra a través de siete escenas que se van hilando en un constante transitar, que inicia a través de imágenes; después se van introduciendo los cinco personajes que irán uno a uno interactuando.
“Es una tierra en un espacio insólito y hay mucha incertidumbre, como en la vida. En esta danza todos están con la incertidumbre de quién es el otro, pero se van encontrando, se van desarrollando sensaciones, se van conociendo mejor: hay momentos amorosos, hasta que al final cada uno agarra su patín y dice: yo voy a seguir adelante, y otros toman otro camino”.
Es así que cada uno irá conociendo su propia esencia, ya que todo inicia con la salida y búsqueda de su identidad, porque las circunstancias a veces piden fortaleza, lo que también es un análisis de lo que muchas veces exige la sociedad en los roles de género, como que los hombres “tienen que proveer, pero también se van dando cuenta que son seres frágiles, son seres también débiles y que necesitan tener cariño”.
Además de la UNAM, Tepalcates se presentará el sábado 2 de septiembre en el Palacio de Bellas Artes, y del 8 al 10 de septiembre, en el Centro Nacional de las Artes. _