Niñas, niños y jóvenes pertenecientes a los Semilleros Creativos darán un magno concierto en el Auditorio Nacional. El miércoles 30 de octubre se llevará a cabo la edición 2024 de Tengo un sueño, en donde el cien por ciento del peso artístico del programa lo tendrán las niñas niños y jóvenes de los semilleros.
“Ahora, gracias al desarrollo y a la madurez que han alcanzado todas y todos los integrantes de semilleros creativos, el peso completo del espectáculo lo tienen ellos, y eso nos da muchísimo orgullo, porque el presentarse en un escenario como el Auditorio Nacional requiere de muchas tablas, y estos pequeños y pequeñas se han consolidado en las diversas disciplinas: música, teatro, danza, circo, títeres, literatura creativa y lenguas indígenas”.
- Te recomendamos Cineteca Nacional estrena películas de Almodóvar, Franco, Carax y Erice... y nueva directora Cultura
Los Semilleros Creativos son grupos de formación artística, con un enfoque comunitario conformados por niñas, niños y jóvenes en condiciones de vulnerabilidad social que han encontrado en el arte una herramienta de transformación y construcción de paz.
En la única presentación que los Semilleros Creativos tendrán en el Auditorio Nacional, la temática principal es tiempo de mujeres, que tienen que ver con el momento actual, el cual es muy importante para para todo México, expresó el director musical, Roberto Rentería Yrene.
Explicó que lo Semilleros Creativos Orquesta Nacional Comunitaria, Banda Nacional Comunitaria, Orquesta de Música Tradicional Mexicana y Coro Nacional Comunitario enriquecerán su actuación con la intervención de los Semilleros Nacionales de Lenguas Indígenas y Escritura Creativa, así como las atmósferas y ambientes que escenificarán los Semilleros Nacionales de Teatro, Danza, Circo, Títeres, Lenguas, Escritura Creativa y Radio.
“Eso es el primer punto, el segundo punto más relevante es el hecho de que los jóvenes intérpretes siempre han tenido acompañamiento de artistas de reconocido prestigio tanto nacional como internacionales”.
Para dicha presentación se realizó un telón para el escenario, conformado por 460 lienzos con forma de pétalo, intervenidos plásticamente por artistas provenientes de 66 municipios de 28 estados del país.
Fueron más de mil 300 niñas, niños y jóvenes artistas de Semilleros Creativos, los encargados de elaborar la escenografía que lucirá el Auditorio Nacional.
—¿La temática seleccionada tiene algo que ver con que México tiene una presidenta mujer?
Es fundamental que las niñas y niños y jóvenes de los semilleros generen conciencia sobre las diferentes etapas de transformación que está viviendo el país, es decir, no sólo están en los semilleros para aprender a pintar, a cantar, a tocar un instrumento, a hacer teatro, sino que, a través de las diferentes disciplinas artísticas puedan generar conciencia sobre las diferentes problemáticas sociales de nuestro país, y también, por supuesto, sobre las diferentes etapas de transformación que se están desarrollando en nuestro país.
Es importantísimo que se den cuenta de la magnitud de la transformación que está viviendo el país. En ese sentido, es fundamental que ellos comprendan la importancia de reconocer y de enaltecer el gran trabajo que hacen las mujeres de nuestro país en todos los aspectos. En mi caso, en el área de música, haciendo hincapié en cada uno de las y los jóvenes que integran los semilleros de música, para que entiendan la importancia de no sólo conocer la música de las compositoras mexicanas, sino programarlas, tocarla e interpretarlas, conociendo cuál es el trasfondo de esas composiciones.
Que consideren la importancia y la relevancia que, después de más de 200 años, tenemos a la primera mujer presidenta de México. Entonces, todo se conjuga para poder darle un enfoque especial a esta temática.
—¿Por ello programaron a mujeres compositoras?
Así es, tenemos obras de cinco distintas compositoras: la maestra Nubia Jaimes, compositora sonorense que está realizando un gran trabajo en México y en Estados Unidos, así como en Centroamérica.
Además de las creaciones de la maestra Gina Enríquez, una de las pioneras en la formación de orquestas juveniles de nuestro país, directora de orquesta; una cómplice del trabajo de fomento musical.
También a dos maestras directoras de semilleros de música. Rocío Román Figueroa, directora de la banda comunitaria, de Michoacán, una banda purépecha que está participando en todo lo que se refiere a la difusión de la música tradicional. Y a la maestra Leticia Martínez Gallardo, de Santa María Tultepec, quien también dirige.
Todas ellas figuras que vienen a trabajar con los chicos y con las niñas, como un ejemplo y aliciente para todos los integrantes de la orquesta.
—¿Cómo logran reunir a más de mil 300 niñas, niños y jóvenes en escena?
Ha sido fundamental el campamento creativo que desarrollamos, al menos 10 días de trabajo intensivo con los chicos, después de su desarrollo en cada uno de los semilleros en su comunidad.
Se realiza una selección de grupos representativos de cada uno de los semilleros del país para reunir a más de 700 niñas, niños y jóvenes. Además de una participación especial importante en el que más de mil 300 integrantes de los diferentes semilleros que participan elaborando piezas para la gran escenografía que viste el escenario, bajo la dirección de la maestra Gala Sánchez Romero, directora de arte.
La magia sucede dentro del campamento creativo en donde reunimos a todos estos chicos, para que, de la mano de maestros especializados en cada una de las disciplinas artísticas, en cada uno de los instrumentos sinfónicos, puedan ir preparando a los jóvenes con el objetivo de que todo abone para un resultado de la más alta calidad.
—¿Cuál es el secreto para conjuntar en una presentación sones tradicionales, boleros y música de concierto?
Es un gran reto, pero también romper precisamente con ese paradigma que la música de concierto no se puede interpretar por formas tradicionales y viceversa que la música tradicional no se puede o no se debe interpretar por músicos, digamos sinfónicos o de música de concierto.
En realidad, en este espectáculo de semilleros, esas dos ramas convergen en un mismo punto, y eso es lo que enriquece precisamente al programa con distintos arreglos.
Eso es lo que hace precisamente que el espectáculo sea integral, variado y con un repertorio musical muy rico y ecléctico. Entonces en el evento, el público empezará escuchando, con la Orquesta Escuela Carlos Chávez, fragmentos de las cuatro estaciones de Vivaldi, que se han elegido para acompañar el número que presenta el Semillero Armónico, ese que atiende a jóvenes con trastornos de neuro-desarrollo, y de ahí irnos transformando para escuchar a las Malala, del maestro Arturo Márquez, con esa temática importantísima de la defensa de los derechos de las niñas, especialmente hacia la educación. Después transitar hacia una fantasía del jazz, de la maestra Gina Enríquez para la pasar a los danzones con la Banda Sinfónica y para cerrar el espectáculo con música festiva de Michoacán, Oaxaca y Veracruz.
Hay una interacción entre la parte escénica que ocurre en el proscenio y la parte musical que realiza la orquesta, la banda y el coro, con los músicos tradicionales, ello es posible gracias a esta evolución, desarrollo artístico y académico que han tenido los semilleros de música y de las diferentes disciplinas.
El concierto de cultura comunitaria Tengo un sueño 2024 se llevará a cabo este miércoles 30 de octubre, a las 19:00 horas, en el Auditorio Nacional. Los boletos se encuentran disponibles en las taquillas del recinto y se podrán adquirir por 1 peso, costo simbólico.
PCL