Al frente de un elenco latinoamericano, el director, actor y productor chileno Tiago Correa monta el drama Tierra del Fuego, del argentino Mario Diament, basada en la historia real de una azafata israelí que en 1978 sufre un atentado terrorista y después busca al perpetrador para entenderlo y perdonarlo.
La obra del argentino Mario Diament, soldado israelí en la Guerra de los Seis Días en 1967 y corresponsal en la Guerra del Yom Kippur en 1973, es el debut en el país como director de Correa, conocido como el Johnatan Pérez en La Reina del Sur y el Ernesto de la Mora en La casa de las flores.
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La pieza producida por Correa y Luis Fernando de Valdés se estrena en el Foro Shakespeare a partir del 23 de agosto, con solo 10 funciones los miércoles y jueves, hasta el 5 de octubre, a las 20:30 horas.
Tierra del fuego aborda la historia de Yael (Paola Arrioja), una azafata israelí, víctima de un atentado en Londres en 1978, en el que resultó herida y su mejor amiga muerta. Yael, un personaje basado en la historia real de Yulie Cohen Gerstel, 22 años después del ataque decide visitar y encontrarse con el terrorista autor del atentado, detenido en una prisión de Londres, condenado a cadena perpetua.
“Me emociona muchísimo, es mi primer proyecto en México como director, ya había hecho dos antes en Chile. Es una obra que trata del perdón y los conflictos que atraviesan las personas que las transforman, como la guerra. En mi país tuvimos una dictadura brutal y desde entonces la izquierda y la derecha no se sientan a dialogar, seguimos viendo al dizque contrario como enemigo porque tiene una ideología política distinta, por tanto es un país anclado en el pasado, sin ninguna capacidad para avanzar, lo vimos recientemente con las reformas que no llegaron a puerto”, dice Correa en entrevista.
Agregó que buscó un elenco de actores que procedieran de varios países latinoamericanos: Horacio García Rojas (Hassan El-Fawzi), Juan Aguirre, Diana Quijano, Emmanuel Okoury y Paco de la O, porque tenía que asumir la obra a partir de su condición como migrante en México, su casa desde 2016.
“Esta obra habla de la empatía, del perdón, de ponerte en el lugar del otro. Yo no puedo hablar de este conflicto en Tierra del fuego si no abrazaba lo que yo soy en México: soy un inmigrante. El migrante busca una oportunidad y tiene al mismo tiempo que ser respetuoso de esa oportunidad. Me parecía importante que el elenco fuera de varios países, para que en la obra no importe el acento, sino lo que están diciendo y haciendo en una historia que va a ser compartida con un público”, agregó el director.
Al respecto, la protagonista Paola Arrioja consideró que Yael es una mujer que está pasando por un momento de duda, de no saber, después de 22 años de haber sufrido el atentado en el que perdió la vida su amiga, si lo que ha estado haciendo para sanar ese momento violento en su vida ha sido suficiente.
“Se ha encargado de sanar en el exterior ese momento violento, intenta darle cierto sentido al atentado, busca respuestas en el exterior, habla con palestinos que le expliquen. Pero, en ese momento de quiebre, está pensando que no es suficiente, que hay algo más profundo que tiene que sanar y es cuando toma la decisión de escribirle una carta a Hassan, su agresor, que está en la cárcel, y se entrevista con él para enfrentar ese momento de dolor, con toda la disposición a escuchar qué tiene el otro que decir. No vemos a una Yael con todas las decisiones en la mano, sino descubriendo el salto cualitativo para perdonar a alguien”, expone en entrevista Arrioja, actriz también de la serie El señor de los cielos.
Sobre qué le preguntaría a la persona que inspiró a Yael, la exazafata Yulie Cohen Gerstel, la actriz también de Confesiones de mujeres de 30 y la comedia Toc Toc, indicó que querría saber qué la llevó a decidir cambiar, a llevar a un lugar mayor su propósito, más allá de lo terrenal y de lo cómodo y el lujo.
“El perdón viene desde un lugar más profundo adonde uno se avienta un clavado y empieza a entender y desmenuzar. Yael me ha ayudado a a no juzgar, a no poner letreros ni etiquetas de antemano, que es lo que siempre nos separa en las sociedades. Me ha ayudado a intentar ponerme del otro lado”, añade.
La puesta en escena de Tierra del fuego, que ya ha tenido temporadas en Buenos Aires y Madrid, se presenta en esa mezcla del documental y periodismo, “rayando en lo ensayístico”, según la producción.
PCL