Desde las 20:00 horas que los asistentes ya se contaban por cientos en el segundo día de conciertos en el Foro FIL. Algunos llevaban sus bolsas llenas de libros nuevos, pero otros como Carolina Sánchez y Mario llegaron solo para el concierto, "el de ayer nos gustó mucho y esperamos venir toda la semana".
Esta noche en la hermandad de Madrid con Guadalajara arribó Xoel López, quien cuenta con más de dos decenios de trayectoria. Con su disco número 14 bajo el brazo y a las 21:00 horas ante un recinto lleno arribó.
Guitarras, batería, teclados y percusiones dieron la bienvenida con "Pequeño Jaguar de la noche". Su sonido, difícil de clasificar, pero contagioso en su ritmo desde el primer momento provocó la fiesta y el baile en el foro. Los aplausos y gritos después de cada canción eran inmediatos.
"Buenas noches Guadalajara" saludó brevemente para continuar con "La gran montaña", donde la guitarra eléctrica tomaba protagonismo.
"Hombre de ninguna parte" animaba para acompañar con las palmas, mientras que en las pantallas al fondo del escenario se ilustraba con nubes y paisajes. "Muchas gracias de verdad. Hace 10 años vine a México con mi proyecto Deluxe, pero nunca había tenido la oportunidad de venir a Guadalajara, gracias a todos ustedes por recibirnos con tanto cariño. Esta es una canción que siempre pensé que tenía un poco de México", platicó previo a "Todo lo que merezcas". Continuaron con "A Serea e o Mariñeiro" y "Madrid". De esta última compartió que se trata de una canción muy especial, porque recuerda que a los 20 años se mudó a Madrid para cumplir su sueño de ser músico.
"Yo solo quería que me llevaras a bailar" fue la siguiente y recibida también de manera cálida por los tapatíos.
"En 2009 me fui a vivir un tiempo a Buenos Aires y de ahí a conocer Latinoamérica, después se me acabó el dinero y tuve que regresar a Madrid, pero me quedé con muchos recuerdos y conocí mucha gente buena. A mi regreso escribí esta canción", proclamó antes de interpretar "Tierra".
"Ningún hombre, ningún lugar" fue una de las más celebradas. En "El amor valiente" pidió a la audiencia que les acompañara en el coro, mientras que el resto de los integrantes se repartían cada estrofa de la canción.
El cierre de su acto completando una hora fue "De piedras y arena mojada".
Y como profeta en su tierra, Siddhartha fue recibido emotivamente a su llegada al escenario a las 22:20 horas.
De entre la niebla de humo en el escenario emergió con "El aire" con una constelación ilustrando en las pantallas.
Durante su acto interpretó temas de su álbum "Únicos" así como un repaso de su trayectoria.
"Buenas noches Guadalajara, estoy feliz de estar con ustedes. ¿Quién dijo que los domingos son tristes?", dijo a los asistentes antes de cantar precisamente "Domingo".
La constante fueron los gritos de felicidad ante su presencia y la gente coreando a todo pulmón cada uno de sus temas.
GPE