A pesar de la serie de filtros de seguridad instalados en el primer cuadro de Toluca, decenas de familias buscaron acercarse a la plaza de Los Mártires, donde el gobernador del Estado de México, Alfredo Del Mazo Maza, encabezó la ceremonia oficial en el marco del 16 de septiembre.
La Banda de Guerra nuevamente se escuchó, rompiendo el silencio del primer cuadro de la capital mexiquense, que sin el ruido de los automóviles y de decenas de comercios, hizo aún más evidente el cambio de esta celebración, pues ahora por segundo año consecutivo, el tradicional desfile cívico-militar se suspendió, cumpliendo con las medidas preventivas del Semáforo de Riesgo Epidemiológico, que marca el avance de la pandemia de covid-19 en la entidad.
En su lugar hubo un pequeño recorrido por la plaza de Los Mártires, donde un número reducido de elementos de los distintos agrupamientos de seguridad marcharon, con el propósito de rendir homenaje a los héroes nacionales para recordar lo que un día fue algarabía y verbena popular.
Después de la ceremonia oficial, se permitió el acceso a calles como Independencia, Lerdo o Bravo y así, las familias, con los niños y niñas ilusionados, llegaron; aprovecharon la presencia de algunos vehículos y agrupamientos de la Policía, para tomarse la fotografía del recuerdo.
Hubo algunos que llegaron aún con el sombrero puesto, con el gabán o jorongo, con las blusas coloridas, recordando que este día también es de fiesta. Con el cubrebocas puesto; pero con la alegría a flor de pie, decenas de niños disfrutaron esta tarde, algunos organizaron unas “guerritas” de espuma, otros aprovecharon la plaza de Los Mártires para echarse unas “carreritas”, también se tomaron fotos en las letras gigantes del Edomex, que esta vez sí fueron colocadas, luego de que derivado de las marchas feministas fueran retiradas de esta plaza pública.
“Es un poco triste no poder celebrar y festejar el mes patrio como se debe, como estamos acostumbrados y sobre todo que los pequeños no pueden disfrutar lo que les gusta, ellos vienen por la emoción de ver a los policías, la patrullas, los soldados, es muy triste”, dice Héctor Vázquez, quien acudió desde la Colonia El Seminario, para apreciar sólo un poco de lo que fue esta tradición.
Acompañado de su familia, entre ellos dos pequeñitos, señaló que una de las cosas más tristes es que justamente los niños y las niñas no pudieron disfrutar de un gran espectáculo, como en años anteriores.
“Es una emoción bonita la que ellos sienten cuando ven a todos los cuerpos de seguridad, se emocionan mucho; ahora tuvimos un poco de suerte”.
KVS