Con la metáfora de que las personas florecen, el bailarín y coreógrafo Apolo Elohim lanzó una nueva plataforma donde la danza contemporánea y experimental se desarrollará de la mano de colegas y personas interesadas en la expresión corporal en la Comarca Lagunera.
En entrevista con MILENIO, Apolo anunció además que de manera paralela desarrollará capacitaciones, mismas que arrancarán con un taller que ofrecerá el bailarín y coreógrafo de primer nivel, Pepe Jaimes, quien visitará Torreón el 27 y 28 de enero en colaboración con la escuela de danza Bausch.
“Empecé, no sé si decirle colectivo o grupo de danza porque no tiene un enfoque como tal. No sé si decirlo así porque no considero que tenga hoy la dinámica que tienen los colectivos, tampoco considero que sea un grupo o compañía porque tampoco me considero una dirección, más bien me considero como guía y esto lo estoy considerando como una especie de tribu donde las personas tienen gustos en común, en este caso la danza de manera experimental y contemporánea”.
¿Qué significa el nombre?
El artista dijo que de esta forma el grupo se denomina Cueponqui, que significa en náhuatl “flores que brotan”, lo que representa para este bailarín el instante en que la flor se abre a la vida.
“Hago esta metáfora con nosotros como seres humanos que todo el tiempo estamos floreciendo, no existe ni el pasado ni el futuro, es vivir el momento presente; Cueponqui es esta comunidad que busca eliminar ciertos patrones de la danza como son la violencia física, verbal, psicológica, que se nos ha impuesto desde hace muchos años; esta colonización de la danza occidental donde se tiene que tener un cuerpo delgado, estético”.
Apolo dijo que en ese contexto se buscan eliminar los estereotipos de la danza que dañan a los integrantes del gremio y que están normalizados a través de gritos e insultos que se piensan como una forma de exigencia que permiten una evolución, pero que llegan a afectar las relaciones personales.
“Yo lo he vivido y quiero que las personas que pertenezcan a Cueponqui pueden aprender de otras formas; que pueden bailar y respetar su cuerpo siendo auto escuchas de lo que piensan y sienten; es la búsqueda de esa conexión del cuerpo, el corazón, la mente, lo espiritual en una búsqueda constante; no creo poder demostrar cuál es el camino correcto, pero será una plataforma horizontal donde estemos en la búsqueda todes y yo sólo seré el guía”.
Aunque aún no tienen espacio físico para el entrenamiento, el primer encuentro fue en la parte alta del restaurante vegano Marte, en tanto que la siguiente sesión será en la Plaza Mayor. La búsqueda llevará a los bailarines al desierto o al río, en tanto que se busca una sede en un espacio cultural que de manera gratuita les abra el espacio.
EGO