Al iniciar su propio negocio, el escritor y editor Fernando de la Vara convocó a sus amigos para poder abrir su librería a través de la venta o intercambio de títulos de autores locales o globales, fueran de segunda mano o nuevos. Así abrió La Tinta Cafebrería en la avenida Morelos casi esquina con Ildefonso Fuentes.
Este joven supo combinar sus dos intenciones comerciales a través de los libros y una cafetería que propicia el encuentro entre amigos, en tanto que en este momento decidió volver a la venta de libros nuevos, provenientes de editoriales independientes.
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“Cuando empecé con el proyecto de La Tinta el gran reto fue conseguir libros porque me quedé sin material; me quedé con libros de algunos autores locales, empecé a meter libros míos, le pedí libros a gente conocida que me donaron y les agradezco bastante. Como fue de súbito comencé con lo que había.
“Ahora ya contacté a otras editoriales para traer libros nuevos, que en realidad es a lo que le sé un poquito más y el plus de entrada es el servicio de cafetería porque somos el único espacio que tiene las dos porque, a pesar de que hay otras propuestas de librerías donde también hay café, nosotros lo conjuntamos. Le pusimos Cafebrería porque le apostamos al libro como al servicio de café”.
¿Qué encontrar en la Tinta Cafebrería?
Otros servicios que presta esta cafebrería son el rastreo de libros, la asesoría para las personas que buscan una editorial o encontrar un material y las actividades culturales como los círculos de lectura, un taller de narrativa por trueque, así como charlas, lecturas, cuentacuentos, presentaciones de libros y conversatorios.
En cuanto a los apoyos que podrían obtener de las instituciones gubernamentales, toda vez que federación, estado y municipio incentivan campañas de lectura, Fernando de la Vara dijo que a través del ayuntamiento no hay un estímulo en tanto que con el gobierno estatal mantiene contacto con Jorge Dávila, coordinador de salas de lectura.
“Aquí hicimos un evento de calaveritas la semana pasada y más con el estado pero por el programa de salas de lectura; no hay un apoyo económico sino que digamos que a mí me sirve tener eventos porque tengo la venta del café, pero otros espacios que no tienen cafetería no les significa un día de venta grande.
“Jorge Dávila siempre ha estado al pendiente de lo que estamos haciendo, nos propone actividades y es receptivo cuando le proponemos algunas cosas y de aquí del municipio, a pesar de que hay labores por acercar la lectura, me parece que nunca ha habido un acercamiento a las personas que estamos trabajando del lado independiente y que ya tenemos ciertas estrategias para promocionar tanto la venta del libro como la mediación de lectura”.
Fernando de la Vara precisó que en el verano bajan mucho las ventas debido al calor, pero se trabaja con entusiasmo al igual que se hace en otras librerías de usado que fortalecen la promoción de la lectura al ofrecer bibliodiversidad.
“Un competidor grande lo tenemos con las ventas en internet pero seguimos. El mes que viene vamos a tener ofertas y una cartelera más grande de actividades. Voy a sacar talleres pero a principios de años porque todos traerán el espíritu del festejo. La idea es acercar a otras editoriales, tener una mejor curaduría de libros usados y sobre todo que la gente sepa que si se acerca a nosotros tendrá una asesoría especializada en el material que está buscando”.
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dahh.