El libro "El caparazón de las tortugas" de la autora Helena Varela Guinot, licenciada en Geografía e Historia y doctora en Ciencia Política, Sociología y Antropología Social, fue presentado la mañana del jueves en la Universidad Iberoamericana de Torreón, donde estuvo acompañada por el doctor Walter Salazar García, coordinador del doctorado en investigación de Procesos Sociales, Ixchel Mireles, ingeniera en Alimentos de la fundación FUUNDEC-FUNDEM y la doctora Eiko Gavaldón, directora del departamento de Ciencias Sociales y Humanidades.
En el ejemplar, la autora investiga, visibiliza y discute el papel del Centro Prodh en su acompañamiento a las familiares, madres y padres organizados en torno a la búsqueda de los 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa, para exigir verdad y justicia.
Enseguida la charla fue estructurada para que cada invitado diera su opinión sobre el libro en 10 minutos cada uno.
"Vale la pena leer esta obra, el contexto, primero es la desaparición forzada, de los fenómenos más violentos que hemos vivido, una gran deuda del Gobierno, justicia para los miles de desaparecidos en Coahuila, Helena logra retratar con delicadeza este registro, en Ayotzinapa, las tortugas son un elemento primordial, y no cuenta tal los hechos de Ayotzinapa, sino el acompañamiento que se le da a madres y padres en la lucha, comparte lo que dice la teoría, y va entretejiendo el lado del arte, nos presenta al Centro Prodh desde sus adentros", expresó Eiko Gavaldón, quien fue la primera a la que le tocó compartir.
Dijo que Helena brinda un obsequio muy especial en el libro, ya que sistematiza su propia experiencia, que permite su toma de postura a través de reflexiones.
Por su parte Ixchel Mireles, de la fundación FUUNDEC-FUNDEM, estuvo acompañada además del retrato de su esposo Héctor Armando Tapia Osollo, quien desapareció desde el 19 de junio del año 2010 en esta ciudad, y a quien a la fecha, sigue buscando sin descanso.
"A mi esposo lo sacaron de mi casa y se lo llevaron agentes federales, al menos así se presentaron, y la Ibero ha sido muy generosa en este proceso, justo después de 12 años tengo dos vidas, me di cuenta que es un libro para los académicos y asociación civil, y no lo demerito, seguí leyendo y la verdad, me salté hasta las lecturas, me fui a la lectura del Duelo Congelado, donde dice el texto, que ya hay que mirar para delante, pasar la página, dijo el presidente que había que superarlo, es más fácil decirlo que hacerlo, lo peor es no saber dónde está o qué ha pasado, y esto no te permite pasar la página, no hay un cuerpo a quién llorar, ni una tumba a dónde llevar flores", expresó conmovida Mireles.
Aseguró Ixchel que ella se queda con las lecturas, porque al empezar a leer las estadísticas no sintió ese abrazo, "creo que necesita hacer otro libro para los familiares, ustedes me ven fuerte, y sigo mi vida, pero no saben cuando llego a mi casa y que te digan, ahora que está el mundial, si estuviera aquí Armando, ya estaría preparando la carne. Tiene que cambiar México, cuando vi la marcha con el INE me molestó, nunca han marchado por nosotros", detalló indignada.
Mientras tanto, Walter Salazar invitó a que lean "El caparazón de las tortugas", ya que ofrece una mirada amplia sobre el caso de Ayotzinapa, e invita a espejear sobre la desaparición forzada.
"Miles y miles de experiencias, me ponen a pensar en las corrupciones de las autoridades, archivos incompletos, entre otras cosas, me pone a pensar en el llanto, el coraje, la rabia, pero también en la esperanza".
Salazar leyó a los presentes un texto que le agradó del libro, "es más fácil voltear la mirada, fingir que no es ésta la realidad. Lo peor es quedarnos en la apatía".
Para concluir, la autora Helena Varela manifestó, "con esto cierro mi ciclo de presentaciones de esta obra, leer el libro a través de otros ojos, de otros corazones, cada quien lo interpreta de manera distinta, sigo en deuda y tomo el reto", dijo respecto a lo que le solicitó Ixchel Mireles, de que escribiera un libro más para familiares.
"En el centro me permitieron estar en todos sus espacios, una gran experiencia, me abrieron sus puertas y su corazón, Ayotzinapa es el lugar de las tortugas, y Prodh la protección para las familias, una capacidad de resistencia que tienen para buscar a sus desaparecidos".
Aseguró Helena que el caparazón no tiene sentido si no existe el cuerpo de la tortuga, "y es lo que quise reflejar, una organización que da la espalda a las familias, no tiene sentido que exista, y de esto, me dejó más el poder abrazar a un familiar, llorar con él, por muy investigador que seas, te conmueve, me compartieron enojo, frustración, llanto, pero también resistencia", finalizó la autora.
EGO