Más que el tener una certeza para la resolución de su obra, Román Eguía trabaja explorando la duda en una búsqueda constante entre técnicas y materiales.
Sentado en sala de la Galería Juárez 2525, donde expone su más reciente producción denominada 'Cirugía de la línea', metáfora de un cirujano que para poder hacer sanar a un paciente, algunas veces debe dejar impresa una herida.
De esta forma, el artista apuntó que se orienta a explorar lo que nunca ha hecho rompiendo su zona de confort y mostrando que en el arte, la insatisfacción es vehículo para la transformación del discurso plástico.
“En general hay un trabajo del último año o año y medio sobre distintas técnicas en las que he venido trabajando, en distintos materiales y formatos, muy experimental. Cada una de las piezas está abordada de manera distinta y esto es el producto del trabajo de un año. La exposición se llama Cirugía en la línea.
Mi formación y durante muchos años lo que más hice fue grabado, es una técnica en la que se incide sobre una matriz, linóleo, madera, metal y fueron tantos años de hacer esta técnica que de alguna manera siempre busqué ver qué nuevas posibilidades tenía, digo, una vez que aprendes a hacer la manera tradicional, tratar de encontrar qué otras posibilidades hay y es cuando empecé a trabajar haciendo no grabados. De hecho siempre en mi trabajo termino teniendo mucho el oficio de grabador y de impresor”.
Román Eguía mencionó como ejemplo que muchas de las obras que presenta en esta exposición fueron sacadas como si fueran placas de grabado, pero ahora no busca que sean impresas pues la pieza se convierte en un original único, personal e intransferible.
“De alguna manera busco en cada una de las piezas romper como límites de mi propia zona de confort, de lo que me ha funcionado, de lo que he hecho. Es tratar de salirme de eso y buscar nuevas posibilidades para estar de alguna manera en un constante crecimiento”.
Sobre esa zona de confort, dijo que aparte de considerar que ya tenía un oficio y con él un trabajo muy probado, ya había gente que reconocía su obra pues había obtenido premios o reconocimientos. Todo eso podría ser cómodo y optar por continuar haciendo lo mismo, pero en el plano personal comenzaba a sentirse limitado.
“Me sentía un poquito muerto creativamente al no enfrentar retos. Me vi inconforme y los inconformes son los que cambian las cosas, siempre que termino un cuadro puedo decir me gusta o no me gusta, aprendí esto, pero buscas en el que sigue mejorar o avanzar o aprender nuevas cosas y estás es un constante cambio y en una constante insatisfacción”.
Sin un tema en específico, el artista dijo que la exposición tiene alrededor de 17 piezas, algunas a manera de serie, las mismas están a la venta con costos que oscilan entre los 9 mil, 30 mil y hasta los 90 mil pesos. Como una novedad explicó que en esta exposición presenta su primer producto realizado en cerámica. La misma permanecerá en Galería Juárez 2525 el mes en curso y durante enero de 2020.