El tiempo de gloria que relaciona la llegada del ferrocarril con el progreso económico de Torreón es un recuerdo que se mantiene vivo en la memoria colectiva de los habitantes de esta ciudad.
Y es fácil volver a ello si se piensa que su estación fue un edificio hermoso. Esta construcción recobró su dignidad cuando se le invirtieron recursos para instalar al Instituto de Música de Coahuila (Inmus), que actualmente da clases a niños, jóvenes y adultos, y que tras restaurar el antiguo Teatro Salvador Novo, hoy cuenta con una sala de ensayos para la Camerata de Coahuila y la Orquesta Sinfónica Juvenil de Torreón (Osijut).
Este proyecto educativo ha ido expandiéndose y de contar con un Reconocimiento de Validez Oficial de Estudios (RVOE), como escuela de bachilleres con especialidad de Técnico Instrumentista, ahora es alcanzar el grado académico para ofrecer la primera licenciatura en música.
Así lo expresó en entrevista Lucrecia Martínez de Santibáñez, impulsora de la Camerata de Coahuila y de este proyecto educativo, quien dijo a MILENIO que a la ciudad se le debía el conservatorio que se propuso junto con el impulso de la primera orquesta sinfónica para Torreón y Coahuila.
“A un muchacho, que además podría estudiar otra carrera, la música le abre muchos caminos, además que transforma a toda la familia. Es por eso que le hicimos una solicitud a Ferrocarriles Nacionales de México, para la donación de este espacio, ojalá así sea porque si usted se pone afuera y sueña un poquito, ve este espacio fantástico que fue una maravilla, todos alguna vez nos fuimos en ese ferrocarril Al Paso o a México. Yo me recuerdo con mi mamá subiéndome al tren”.
Adyacente a lo que fue la estación del ferrocarril de Torreón, se ubica además un terreno yerto. Lucrecia Martínez dijo que de contar con la donación la idea es construir una nueva instalación para que soporte las actividades de una nueva escuela de música que pueda ofrecer una licenciatura.
“Está una calle que no lleva a ningún lado y ahí la idea es hacer un auditorio, un teatro para que podamos, que pueda la próxima escuela de música, con una licenciatura en música, la misma Camerata de Coahuila, tener sus propio espacio, porque los teatros aquí son privados, ellos cobran por todo”.
Cuando se impulsó a la Camerata, “yo no sabía ni cómo comenzar pero se fueron dando las cosas, en aquel tiempo en el Teatro Martínez estaban unas personas, conocidas y entonces se dio la oportunidad y la tomé. Yo tenía entonces 42 años, pensaba que me iba a comer el mundo, que era una persona enorme o grandísima, con toda la capacidad del mundo y ahora veo a señoras de esa edad y pienso ¿Cómo es que me creyeron?".
“Y qué maravilla que me hayan creído, de haber podido tener esa capacidad de convencimiento. Tal vez sería porque fundar la orquesta era mi convicción”.
Doble esfuerzo Lucrecia Martínez de Santibáñez sostiene que el esfuerzo para impulsar proyectos culturales para Torreón debe ser doble, pues los gobernadores primero han tenido en mente a Saltillo como capital, aunque el aporte de Torreón sea por demás valioso
EGO