Fabiola Torres-Alzaga reflexiona sobre la percepción del arte en el MUAC

En 'Las desinvitadas', la creadora interesada en el cine, la instalación, la escultura, la fotografía y el dibujo, quiso dar visibilidad a aquellas narrativas que no son comúnmente representadas en el discurso artístico.

Fabiola Torres-Alzaga. (Foto: Juan Carlos Bautista)
Ciudad de México /

Una exposición que invita a reflexionar sobre la representación y la percepción del arte es la que presenta la artista Fabiola Torres-Alzaga bajo el título Las desinvitadas, en el Museo Universitario Arte Contemporáneo (MUAC).

La propuesta de la exhibición Las desinvitadas surge de una reflexión sobre las voces que a menudo quedan fuera del discurso artístico. La creadora interesada por el cine, la instalación, la escultura, la fotografía y el dibujo, quiso dar visibilidad a aquellas narrativas que no son comúnmente representadas.

Flanqueada por dos de sus esculturas diseñadas en madera que representan un par de ventanas, Torres-Alzaga explica a MILENIO, cómo y por qué surgió esta muestra.

“Para mí, la ventana es un lugar donde te puedes asomar de un lado y del otro, pero es un lugar de tránsito. Entonces a la hora de poner el acento con la luz, lo importante es generar y hacer énfasis en esa transición de la luz, donde tenemos a la vista un dibujo de luces y sombras, con un claro oscuro preponderante, donde podemos ver una parte, pero por esa parte el ojo no se puede enfocar tampoco en el lugar de la oscuridad”.

Sus obras exploran la ilusión y la percepción como actos de ilusión. En la muestra Las desinvitadas reflexiona sobre lo que significa ser parte de una narrativa y cómo las imágenes pueden tanto revelar como ocultar la realidad.

Las dos esculturas identificadas como Escenografía I y II, explica la artista, sirven de modelos escenográficos sostenidos dentro de andamios, con la finalidad de hacer visibles los cortes y la reducción visual que encierra el encuadre.

Torres-Alzaga busca recrear la textura e ilusión de la apuesta en escena, con lo que el espectador que acuda a la exposición, podrá recorrer los puntos ciegos de lo visual, y al mismo tiempo, explorar los límites entre lo que hay y lo que no existe pero que tiene la posibilidad de imaginarse.

“Mi interés era hablar sobre cómo por estas violencias de la mirada, muchas veces ignoramos lo que tenemos enfrente, porque no tenemos los códigos para poderlas leer, aunque somos seres capturadores de imágenes con una enorme imaginación.

La muestra Las desinvitadas presenta de forma paralela un plano secuencia en loop, un video que propone un espacio fantasma en el interior de una casa.

“La idea fue generar dentro de una sala del MUAC dos espacios que tuvieran que ver entre sí, uno tiene un video, para entender qué se está viendo aquí en la sala, además de una escenografía que construí justo en los límites del encuadre”.

Su interés es invitar a la audiencia, a que, desde una perspectiva activa, comprenda que esos espacios cortados por la cámara, terminan siendo una ausencia que se entiende con el video.

“Podemos nosotros dialogar con esos espacios no iluminados fuera del encuadre, junto con nuestra imaginación, y completarlos de una manera distinta a la que a la imposición de la imagen establece”.

Todo esto, refiere, salió de un estudio de cine en el que viene trabajando desde hace unos años, específicamente sobre la censura.

“Una censura de un momento muy específico en el cine se dio en los años 30. Una censura en el periodo entre guerras generadas en la industria cinematográfica más grande de Occidente que es Hollywood. Esa mirada Hollywoodense influenció a la sociedad y afectó la manera en que nos relacionamos. Esa censura moral lo que hizo fue despojar del encuadre cinematográfico a ciertas presencias de la disidencia sexual y del empoderamiento de la mujer”.

Su propuesta artística inició con prácticas nacidas de una investigación sobre las geografías visuales y las políticas de la mirada, sobre todo, de la invisibilidad.

“Entonces, a partir de ahí me he movido de repente con estas representaciones de esa mirada, que ha sido el teatro y la forma de generar un espacio para lo visual. En algún momento el cine me importa y cayó en mi proyecto como una manera central en estos últimos años, porque es una máquina de empatía, digamos lo que la cámara me deja ver yo lo capturo como espectador. Entonces obviamente eso genera mucho más, no quiero decir que sea manipulación pero puede ser, como una invitación a verlo desde un determinado punto de vista”.

La exposición Las desinvitadas, inaugurada este fin de semana en el MUAC, en Ciudad Universitaria, se podrá visitar hasta el 23 de febrero de 2025.

PCL

  • Leticia Sánchez Medel
  • letymedel@yahoo.com.mx
  • Reportera cultural, cursó la maestría en Periodismo Político, es autora de tres libros sobre la historia inédita del Cervantino.

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