Después de los grandes arquitectos del siglo XX en Brasil como Niemeyer, Costa, Reidy, Bo Bardi y Mendes da Rocha, el interés por la arquitectura brasileña fue perdiéndose paulatinamente, hoy en día casi no se conocen los proyectos de la siguiente generación.
Los ingredientes de la arquitectura en Brasil son la exuberante vegetación, el buen clima, combinados de manera ideal con la racionalidad y abstracción del modernismo. Los cinco puntos para la arquitectura de Le Corbusier, parecen haber sido creados para Brasil: los pilares sueltos, la planta libre, las ventanas apaisadas, los jardines en las terrazas y las fachadas separadas de la estructura, funcionan mucho mejor en esta región de Sudamérica que en el centro de Europa.
Existe una característica específica de la arquitectura en Sao Paulo que debe ser reconocida por nosotros para poderse aplicar a nuestra ciudad. Se trata de la incorporación de la calle a los proyectos colectivos de vivienda y comercio. En el centro de Sao Paulo existen gran cantidad de pasajes que conectan a las calles y plazas por dentro de los edificios, lo cual otorga una gran fluidez entre el espacio público y privado. A lo largo de la avenida Paulista, los edificios cuentan casi todos con vestíbulos abiertos a la calle en la tercera o cuarta planta. Estos espacios, intermedios, aíslan a los usuarios del ruido del tráfico y les dan una vivencia del espacio público sin barreras físicas ni cristales, se puede decir que el vestíbulo elevado debería tomarse como el sexto punto para la arquitectura moderna, añadiéndolo a los cinco puntos de Le Corbusier.
El edificio sede del Instituto Moreira Salles, construido por la oficina Andrade Morettin en 2017 es un ejemplo magistral de la arquitectura contemporánea en ese país. Además de este edificio, conviene seguir muy de cerca a otros estudios como Tríptico e Isay Weinfeld, los cuales han construido notables proyectos habitacionales en el barrio Vila Magdalena. En el centro de la ciudad, se ha inaugurado muy recientemente un proyecto notable denominado la Plaza de las Artes, firmado por la oficina Brasil Arquitectura, el cual recuperó un centro de manzana muy deteriorado para crear un conjunto de teatros y escuelas de música y danza, cuya principal virtud es la articulación del espacio público. La solución del proyecto podría ser adaptada a centros históricos deteriorados en todo el continente, sobre todo a sitios donde se han abandonado inmuebles o estos han sido invadidos por la indigencia. Abrir el espacio al público es la mejor solución para los barrios deteriorados.
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MIRAR AL SUR
En México acostumbramos seguir el desarrollo de la arquitectura de países de Norteamérica, Europa y Asia. Pero olvidamos mirar hacia el sur, perdemos de vista los enormes logros de los arquitectos brasileños en la adaptación del modernismo a su territorio nacional.