La compañía de Jesús llegó a México hace 448 años y durante cuatro siglos sus miembros han colaborado principalmente en el desarrollo de la educación, así como con misiones a lo largo y ancho del país, dando apoyo a comunidades indígenas, asesorías a obreros, defendiendo derechos humanos, a migrantes y dando voz a los sin voz.
En nuestros días, el jesuita más conocido en el mundo es el Papa Francisco, Jorge Mario Bergoglio, quien en su visita a México en 2016 mencionó que "la esperanza nace cuando se puede experimentar que no todo está perdido" y en medio de la pandemia por el covid-19 con miles de mexicanos muriendo y otros más sufriendo por la pérdida del amigo, del hermano o hermana, de la madre o el padre y millones en aislamiento, las palabras esperanza, solidaridad, resiliencia urgen en una conversación con el responsable de la Provincia de México de la Compañía de Jesús, Luis Gerardo Moro Madrid, filósofo, teólogo y Doctor en educación.
¿Qué nos está mostrando esta pandemia?
Algo que el covid-19 ha puesto de manifiesto es que en este barco, utilizando esta figura simbólica, en este barco que se llama humanidad, hay unos que van en primera clase, otros van sobre cubierta, otros van más amontonados en bodegas y hay a quien le toca atravesar la tormenta nadando, la tormenta de la pandemia.
La pandemia nos despertó de nuestro sueño, de pronto, nos hizo darnos cuenta de nuestra fragilidad, de nuestras carencias y que somos realmente vulnerables, de que habíamos perdido el sentido y el rumbo, de que podíamos vivir también en la superficialidad, preocupados por muchas cosas, pero también nuestra escala de valores.
De pronto, queremos ir al espacio, conquistar Marte o ir más allá, pero vimos la dificultad que existe para obtener una vacuna; otro ejemplo, vemos cuánto puede ganar un deportista internacional, salarios estratosféricos, también por otro lado vemos la situación sanitaria, ya no sólo de nuestro país, del mundo, vemos también el valor de los docentes, del maestro.
Este también es un momento de reflexión, ¿Cómo entender este tiempo quienes hemos perdido amigos, familiares?
Realmente es un momento para reconciliarnos, no le vamos a regresar la vida a un ser querido, pero esta oportunidad, nos lleva realmente a valorar lo que significa la amistad, el perdón, la ayuda, la solidaridad. Creo que hoy, la pandemia nos pone al descubierto todo aquello en lo que hemos puesto nuestra felicidad, nuestras esperanzas, nuestra fe. Es un momento de reconciliarnos con nosotros mismos y con los demás.
Es importante reconocer nuestro sufrimiento, reconocer que somos vulnerables, reconocer nuestra tristeza, llorarlo, que lo expresemos, pero también es importante pedir ayuda; alguien que nos acompañe, alguien que también nos muestre caminos alternos, que nos diga que hay oportunidades que seguimos viviendo, que necesitamos nuevas esperanzas, nuevas formas de seguir viviendo y no sobreviviendo, porque creo que a veces así vamos por el mundo; sobreviviendo entre prisas, sobreviviendo entre ocupaciones, entre modismos.
¿A qué nos llama esta pandemia?
A cuidarnos a nosotros mismos, pero también cuidar a los otros, cuidar y dejarse cuidar es ayudarnos a crecer como humanidad, es querer lo mejor para el otro. Hay una llamada urgente a una conversión ecológica, el mundo, la naturaleza, nos lo está gritando y lo hemos visto con muchas manifestaciones naturales que han sucedido con este confinamiento, descuidar nuestro medio ambiente hoy, sería una irresponsabilidad, después de todo lo que hemos visto y vivido.
Necesitamos entrar en paz con el mundo, con el otro, con el prójimo, con Dios, no podemos vivir como sociedad, fragmentados, divididos, necesitamos una mirada común, necesitamos compartir objetivos comunes como sociedad; con base en lo que hemos vivido durante estos meses sabemos que para ser realmente una sociedad humana, necesitamos que todos, sin excepción, gocen de un bienestar y un bienser, es decir, que todos, hombres y mujeres gocemos de aquello que nos hace crecer plenamente como seres humanos, si no se da esta condición de bienestar y de bienser, algo está fallando en nuestra sociedad humana. El Papa decía hace poco que nadie se salva solo y agregaba que estamos en una época no de cambios, sino en un cambio de época.
Durante el tiempo de la emergencia, ¿qué ha observado la Compañía de Jesús en los estados que tienen misión?
Por un lado la frustración, la pobreza, la situación de hambre; a veces la situación de injusticia de no sentirse atendidos, pero por otro lado, también encontramos rostros de mucha esperanza, de lucha, de creatividad, que es propio de los mexicanos; si no te llega el material sanitario, nos reportan que están cortando plástico, se están poniendo cosas, hay un instinto de sobrevivencia, de protección, en ese México resiliente que a pesar de los obstáculos busca la forma de crecer.
Cuando hagamos un balance de las pérdidas, además de las humanas veremos más pobres, la extrema pobreza crecerá, para ellos ¿hay esperanza?
A las personas que están sufriendo los efectos ya no sólo de la pandemia, los efectos estructurales, económicos, sociales, es necesario que no pierdan esa esperanza, ese sentido de vida, de lucha, no se trata de sobrevivir el día a día, ellos están buscando vivir y vivir bien que es un derecho de todo ser humano, a ellos, decirles que no están solos, como sociedad les debemos mucho.
Las redes sociales han hecho más llevadero el encierro ¿qué opina de ellas?
El padre Adolfo Nicolás, anterior superior general de los jesuitas en Roma, decía que habrá que atender esto de las redes sociales ahora tan puestas en voga, con toda su importancia, aquí estamos y él mencionaba:" es curioso, las redes sociales nos han acercado a las personas que estaban lejos, pero nos alejaron de las personas que estaban cerca" y a eso voy, a ese darle un sentido, también, a mirar el que está cerca de nosotros, ya no puede pasar desapercibido. Las redes sociales ojalá también nos ayuden a acercarnos a los que están cerca, aprovecharlas para que también nos sigan uniendo como sociedad, como México, como humanidad.
En el futuro, ¿cómo deberíamos voltear a ver este presente?
La pandemia, una vez pase, necesitamos verla como una oportunidad, una oportunidad de cambio personal, pero también de cambio social, necesitamos modificar nuestros hábitos que traemos ya propuestos de una estructura económica y social, basada más en el consumo. Necesitamos replantear realmente qué es aquello que nos hace ser plenamente humanos, necesitamos creer y eso sí va a ser fundamental, revalorar también el papel de aquellos que no habíamos estimado lo suficiente, el personal sanitario, enfermeras, enfermeros, doctores, doctoras, personas que se dedican a la investigación, el que conduce el medio de transporte y que tiene que arriesgar su vida, de los docentes, el profesor, el papel clave de la educación.
PerfilLuis Gerardo Moro Madrid
Luis Gerardo Moro Madrid, SJ, nació en Puebla. Es miembro de la Compañía de Jesús desde 1992, fue nombrado responsable de la provincia mexicana de la Compañía el pasado 21 de febrero. Estudió Filosofía en el ITESO de Guadalajara, Teología en la Universidad Gregoriana de Roma y tiene un Doctorado en Educación en la Universidad de Deusto, España.
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