Ricardo González, quien firma como It’s a living, después dejar su huella mural con Off the Wall regresa a la sede de House of Vans para compartir su exposición Si estas paredes pudieran escribir.
La obra está inspirada precisamente en el libro de la historia de House of Vans, con más de 200 fotografías del espacio que ha logrado generar un diálogo entre el skateboarding, la música y el arte.
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El también diseñador realizó especialmente seis obras en tonos pastel para este espacio, además de una escultura tipográfica. En su estudio trabajó con la tipografía en color blanco para dar forma a cada uno de los cuadros que los espectadores tienen la posibilidad de ver y adentrarse al mundo creativo de este joven artista.
“Es la forma en que yo lo hago porque mi trabajo son palabras, mi planteamiento fue: ¿puedo plasmar mi pasado con la cultura del patinaje y de la música? Por eso es que cada uno de los cuadros presentados tiene un significado para algunos oculto”.
De ahí que muestre la obra Nacido en las calles, que tiene que ver con sus vivencias personales. Dice que especialmente le gusta mucho este cuadro porque le evoca sus inicios en el estado de Durango, así como sus pasatiempos: patinar y pintar.
“Tengo formación académica, pero realmente venía de la calle. La dificultad de lograr ser artista, de ganarte la vida haciendo realmente algo que te guste, es muy difícil. Por eso para mí fue muy significativo tener una gran oportunidad, gracias a mi mamá, a la jefa que pudo mandarme a estudiar a Canadá, por lo que ahora estoy aquí exponiendo en Ciudad de México”.
En el país del maple estudió diseño gráfico y después se especializó en diseño de tipografía en Nueva York, por eso se explica que en su obra están presentes las letras con muchos mensajes posibles.
Conexión
Recurre a las palabras porque para él son imágenes, son pictogramas.
“Creo que es lo bonito de las letras, y es lo que más me gusta de usar herramientas como el spray de presión, no tengo tanto control en las letras entonces hay legibilidad, pero al mismo tiempo no la hay, entonces tengo más margen para obtener más contraste y abstracción”.
Aunque vive entre Nueva York y México, está exhibiendo su obra aquí, porque asegura que hay una conexión muy bonita con Vans, que empezó cuando pintó un mural en el tercer piso del edificio cuando abrieron, durante la pandemia, porque gracias a eso llevan una relación de trabajo enriquecedora.
Adelantó que tiene un par de proyectos con otros artistas internacionales y compartió que en el país en donde le va muy bien es en Japón, donde expone desde 2016.
“Apenas hace tres semanas presenté una exposición individual de esculturas, bajo un concepto más abstracto, aunque siguen siendo palabras, y me ha ido muy bien”.
En palabras de Enriqueta Arias, la curadora de la muestra:
“Ricardo González ha logrado transitar entre su reconocible estilo en tipografía script, que poco tiempo después logró migrar y colarse en los muros de muchas ciudades del mundo, a través de murales y stickers donde sus letras son capaces de darnos mensajes cortos pero contundentes sobre las pérdidas, el amor, los sueños, las esperanzas y la cotidianidad de la vida”.
Estas piezas, afirma la curadora, tienen un mismo leitmotiv, donde el street art y el skate se unen para romper con el estigma del arte como una forma de segregar a la alta y baja cultura “sino para afirmar que no importa si ocurren en un mismo lugar o en espacios diversos, ya que en la calle todos ‘somos una familia’”.
Y precisamente esa frase inspiró al artista para hacer un cuadro en referencia a la comunidad, especialmente, lo que se está haciendo en Vans, con la música y con los artistas; es en alusión a una familia creativa, a final de cuentas, todo son bienvenidos, sin importar la religión, el sexo o las tendencias ideológicas.
La exposición Si estas paredes pudieran escribir estará montada por tres meses en la calle de Rubens 6, en la colonia San Juan.