Toda casa vieja, mientras más años cumpla, se verá en la necesidad urgente no de una manita de gato sino de obras mayores para su mantenimiento e, incluso, remodelación. El Centro Cultural del Bosque del INBAL requería, desde hace un par de décadas, una intervención urgente. En la coyuntura del Proyecto Chapultepec, Naturaleza y Cultura que es uno de los buques insignia de la actual gestión, el Instituto recibió 150 millones para cambiarle el rostro a los viejos teatros e instalaciones de esta importantísima infraestructura que no tiene parangón en Latinoamérica, salvo el Complejo Teatral San Martín de la ciudad de Buenos Aires. El resultado es emocionante, si se me permite usar el adjetivo.
En todos los recintos se han remodelado lobbies, sanitarios,camerinos y áreas de trabajo de los técnicos. En el Julio Castillo se crearon pasillos en la parte baja que era incomodísima y con ello han perdido algunas butacas pero se ganó en seguridad al tiempo que se habilitaron lugares y accesos para sillas de ruedas. En el Teatro Orientación pasó algo similar con las interminables filas de butacas que resultaban un dolor de cabeza para los espectadores cuando llegaba algún impuntual a tomar su asiento en la mitad de las mismas: perdió butacas pero ganó en confort y seguridad; y los baños que eran un verdadero desastre hoy resultan dignos. Los Teatros El Granero y El Galeón han ganado también, como todos los demás en butaquería, equipo de iluminación y sonido nuevos de última generación. La dignidad ha regresado a los teatros del CCB para atención de trabajadores sindicalizados, artistas y públicos y eso es, insisto, emocionante.
En la Plaza Ángel Salas que lleva años ocupándose para espectáculos al aire libre o para la Feria del Libro Teatral, se ha colocado una velaría monumental que protegerá de lluvia y de sol a espectadores, actores y expositores. Realmente es un cambio profundo y no una maquillada lo que se ha hecho a este conjunto cultural. Enhorabuena.
Traspunte
Cambios y mejoras para todos
El llamado Estacionamiento Ecológico aledaño al CCB pasará a pertenecer al INBAL y, amén de ser la conexión o puente con el Proyecto Chapultepec, creará nuevas áreas de servicios culturales y escenarios. Es un sueño que debe ir acompañado de mejores condiciones económicas para los artistas.