Los soldados romanos salen del Teatro de la Paz, en la Plaza del Carmen, y desfilan con sus tambores. Tocan la puerta del templo y, a partir de ese momento, da inicio la Procesión del Silencio de San Luis Potosí.
Es una de las tradiciones con mayor arraigo de la Semana Santa en México, y su origen se encuentra en las representaciones religiosas de Sevilla, España.
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Como una de las manifestaciones culturales del Barrio de San Juan de Guadalupe, esta procesión data del año 1953, fomentada por la devoción a la Virgen de la Soledad (particularmente por la Orden Carmelita) y por la comunidad taurina de esa época.
En este Viernes Santo, el cortejo, marcado por el misticismo y la solemnidad, se lleva a cabo por las principales calles de la capital del estado, ante la mirada de unos 20 mil espectadores, comenta Daniel García Álvarez de la Llera, director de Cultura de la ciudad de San Luis Potosí.
Característica especial
Por su trascendencia, esta representación, que recorre unos tres kilómetros, fue declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la entidad en 2013.
En la Procesión del Silencio de este año participan alrededor de 2 mil personas en 32 cofradías, incluida por primera vez la Cofradía de Nuestro Señor del Saucito.
El funcionario dice que no se atreve a comparar ni a afirmar que esta Procesión del Silencio sea la mejor, ni la segunda o la quinta mejor. “Diría que realmente es única en el mundo, es de una sola columna, a diferencia de la Sevilla, en la que se acompaña a la Virgen de la Macarena por una calle y al Cristo del Gran Poder por otra y se cruzan”.
En cambio, la de San Luis Potosí finaliza en el mismo lugar de su origen, el Templo del Carmen.
Los atuendos de las diversas hermandades (o cofradías) que más atraen las miradas de los asistentes son los de los Nazarenos, que portan capirotes (el sombrero largo en forma cónica que usan los cofrades que van en procesión en Semana Santa). Algunos caminan con cruces y otros, descalzos, dependiendo de su penitencia.
Las cofradías
El director de Cultura de la capital potosina dice que este año se celebra la edición 69 de esta tradición, y que en 2023 organizarán un gran festejo por los 70 años de representaciones, las cuales fueron interrumpidas por dos años debido a la pandemia.
“En un principio participaban toreros en la procesión, porque durante en estas fechas San Luis Potosí tenía actividades taurinas, encuentros en los que también intervenían algunas mujeres, descendientes de españoles".
“Algunas de las cofradías, que pertenecen a las parroquias, poseen una vestimenta determinada y participan en este acto con sus propias imágenes escultóricas, a las que veneran en sus templos y a las cuales se le rinde culto durante todo el año en las diferentes iglesias de San Luis. Así es como sucede, por ejemplo, con la cofradía del Santo Entierro”, explicó Daniel García Álvarez de la Llera.
Hay cofradías que participan haciendo penitencia, por lo que sus integrantes van con el rostro cubierto; hay incluso quienes caminan con cadenas atadas a los tobillos. Las cofradías también contemplan entre sus filas a mujeres portando rebozos y cirios, con vestimenta negra, algunas de ellas usan mantillas a la española con peineta.
El funcionario dice que entre los hombres que participan hay empresarios jóvenes, vestidos a la usanza de los soldados romanos. Precisamente son ellos los que salen del Teatro de la Paz al inicio de la procesión y dan paso a esta tradición ancestral.
La Procesión del Silencio se desarrolla en el marco del Festival San Luis en Primavera, que ofrece eventos gratuitos hasta el 17 de abril. Este fin de semana habrá conciertos, exposiciones y cerrarán el domingo con un espectáculo de pirotecnia en la Plaza Fundadores.
PCL