Con expectativa, incredulidad y emoción poco a poco fueron llegando los invitados especiales, familiares de productores y público en general, al estadio de fútbol “Gustavo A. Vicencio” para conocer a "Xonita", la osa dormilona más grande del mundo.
En un templete de más de 30 metros de largo y por lo menos medio metro de alto, se instaló la osa que durante más de dos meses ha concentrado la atención, esfuerzo e interés de decenas de funcionarios públicos municipales y estatales, pero principalmente de los “pelucheros” de Xonacatlán, que desean posicionar al municipio como el principal productor a nivel nacional.
Bien arreglados, acompañados de sus familiares y con celulares en mano, los 60 productores integrantes del proyecto aprovecharon el momento para tomarse la "selfie" y disfrutar de un momento único en la historia de llamada Ciudad Peluche, que en los últimos 30 años se ha caracterizado por una industria que genera más de 6 mil empleos directos, entre costureras, proveedores, maquilladores, distribuidores y vendedores.
En una tradicional ceremonia otomí, con incienso y collares de flores que simbolizan la unión entre hermanos y un círculo para dar gracias al universo, Cudberto Daniel Valdés, vocal del Pueblo Otomí ante Centro Estatal para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas del Estado de México (Cedipiem), y Claudia Mejía Hernández, representante indígena, dieron la bienvenida a las autoridades municipales y estatales, que impacientes, al igual que los asistentes, esperaban la certificación.
Con pluma y formato en mano; vestida de gris, azul y blanco, colores que caracterizan a Guinness, Natalia Ramírez Taleros, adjudicadora oficial, inspeccionó minuciosamente, cada detalle de la tela utilizada, la proyección, la escala y volumen de "Xonita", para el cumplimiento de los requisitos para el mayor oso de peluche del mundo, proyecto encabezado por Marco Daniel Alanís Hernández que tardó más de 5 años en concretarse.
El veredicto
Después de ocho horas de espera, cuatro de verificación y cuatro más de deliberación; mucho nerviosismo y estrés de propios y extraños -por la rigidez de la evaluación que consideró cada detalle y obligó a los organizadores a medir en más de una ocasión, por todos lados y todas las formas-, tal y como se esperaba, Xonita" rompió el Guinness World Records.
Con casi 25 metros de largo y más de cuatro toneladas de peso, vestida con una blusa roja con bolitas blancas, un tutu rosa brillante que requirió de más de 100 metros de tul; una gran nariz y moño rosa, así como unos impresionantes ojos cafés, hechos especialmente de acrílico con fibra de vidrio de un metro de diámetro y 25 centímetros de alto; la osa desbancó a la ciudad de Kansas en Estados Unidos, que desde 2008 tenía al oso más grande con 16.86 metros.
LC