En el municipio de Zacapoaxtla, enclavado en la Sierra Norte de Puebla, se localiza la Parroquia de San Pedro Apóstol, única en México en recibir la gracia de ser lateranense, que significa lateral a la Archibasílica de San Juan de Letrán en Roma, Italia.
A este santuario pueden acudir los fieles devotos para obtener las indulgencias, jaculatorias, remisión de pecados y demás gracias espirituales, sin tener que visitar la Santa sede del Vaticano.
Cabe señalar que en América solo hay tres parroquias con esta categoría: la de Córdoba, Argentina; la de Lima, Perú; y la de Zacapoaxtla, Puebla.
Tizoc Ramos Hernández, cronista del citado municipio, indicó que este edificio religioso data del siglo XVI. Su construcción inició por el encomendero español Jacinto de la Portilla, quien después se convirtió en misionero minoritario de la orden franciscana, conociéndose en Zacapoaxtla como fray Cintos.
“En 1540 inició como ermita y con el tiempo se fue construyendo hasta obtener la forma en la que la apreciamos hoy (…) es la única en México con ese nombramiento”, relató Ramos Hernández.
Aunque en 1612 la parroquia estaba consagrada para los apóstoles san Pablo y san Pedro, tiempo después se determinó que la advocación fuera solo para san Pedro, patrón de la feligresía.
Con el apoyo e iniciativa de los lugareños el edificio creció y en 1722 se terminó la torre del lado norte junto con la nave principal. El nombramiento de parroquia se le confirió en 1798.
En 1877 se ubicaron las campanas, que fueron fundidas por el artífice poblano Juan Murillo. El fundidor plasmó en una de ellas la inscripción “San Pedro y San Pablo, rogad por nosotros”. Su trabajo inspiró en 1906 al poeta serrano Abraham Sosa para la composición de la obra titulada Las campanas de mi tierra.
Al lado sur de la parroquia se inició la construcción de otra torre, por eso actualmente se ve la separación entre la nave principal y la llamada torre del reloj monumental. El crono, de origen francés, se colocó en 1882 y fue donado por don Miguel Mariano Luque y Ayerdi, obispo de Chiapas.
“El reloj fue colocado en el siglo XIX y actualmente (el edificio) está en remodelación, que inició en 2019 en su primera etapa y nos deja ver la torre izquierda ya descubierta porque antes estaba así, a principios del siglo XX”.
La parroquia se ubica al este de la plaza principal: “Es una joya arquitectónica muy especial aquí en Zacapoaxtla y algo que la distingue de todas las demás iglesias de todos los demás municipios, incluso de todo México”.
El también escultor indicó que el inmueble posee una arquitectura novohispana, ya que data como templo desde 1612. Su fachada es toscana rematada con un frontispicio triangular y un muro frontal de más de dos metros de espesor.
En el frente se puede leer el Salmo 116: “Alabad al señor, naciones todas de la tierra. Pueblos todos del Universo, celebrad su gloria y cantar sus alabanzas”; “Porque se ha confirmado sobre nosotros su misericordia; y la verdad, en el cumplimiento de sus promesas, será eterna”.
Además, se pueden apreciar dos inscripciones en latín: “Parochiae Hujus septembris vigesimo. Die. Quinto Anni. Reaedificatio Incepit 1882. Deo. Favente. Haec. Aprilis. Trigesimo. Die. Primo Anni. Reaedificatio Finivit 1884”.
La nave tiene una bóveda única, la cual se sostiene por arcos de nervadura. El altar mayor es de estilo neoclásico y contiene un nicho consagrado al santo patrón, que aloja a un Cristo crucificado. El interior de la parroquia fue decorado en 1936 por el pintor Luis Toral González, originario de la localidad. Por su parte, el cronista añadió que en el interior “los visitantes pueden encontrar una consolidación de arte sacro con marco murales del pintor y piezas, como la pila bautismal, antiquísimas”.
Asimismo, tiene un Archivo Parroquial que data de 1594, el cual, además de poseer una sección sacramental, cuenta con otro de la sección disciplinar, mismo que contiene a las Cofradías, que proporciona informes sobre la devoción de las comunidades pertenecientes a esta parroquia.
“Cada una de ellas contaba con su propia cofradía, lo que es poco común sobre las parroquias de la región”. Por último, contiene la sección de correspondencia, en la que existe un legajo que hace referencia a la facultad de la parroquia de otorgar indulgencias y gracias espirituales en determinadas fechas del año.
AFM