Desde que el artista francés Richard Orlinski visitó México se enamoró de su riqueza cultural. Como resultado, decidió mostrar su obra en una galería en la Avenida Presidente Masaryk , en Polanco, en Ciudad de México.
Es la primera vez que este creador, “reconocido como el artista francés contemporáneo más vendido en el mundo por Art-Price 2015, se establece en América Latina, y lo hace con una selección de alrededor de 80 piezas”, explica Sandrine Pressiat, directora de la Galería Richard Orlinski by Apollo.
Orlinski tiene 53 años, pero ya esculpía desde los cuatro, cuando hacía figuras de hipopótamos con barro. Al crecer se dedicó al negocio inmobiliario y aunque era muy exitoso se dio cuenta que no era feliz. Decidió cambiar de profesión radicalmente y dedicarse al arte que fue su pasión primera. Entonces empezó desde cero.
Emprendió la aventura para reencontrarse con el arte y lo hizo a través de la escultura de un cocodrilo rojo que colocó sobre una banqueta para ver cómo interactuaba la gente con su obra.
“Todo empezó con ese cocodrilo y ahorita ya tiene un zoológico, encabezado por Cong Wild, como el artista llama a su gorila salvaje, basado en el concepto born wild (nacido salvaje), mismo que alude al instinto animal y a la naturaleza humana”, indica Pressiat.
La muestra presenta la obra de un artista que ofrece piezas en el estilo pop art y otras del sweet art con una colección diseñada especialmente para México. Su estilo se caracteriza por el diseño de figuras geométricas y el método de su escultura aerodinámico.
La directora de la galería afirma que se trata de “un artista contemporáneo que ha realizado piezas de pop art, pero aquí en México tenemos principalmente obras de arte contemporáneo alrededor de la figura del animal. Todas son piezas únicas”.
En su selección para México, Orlinski muestra “una colección de Cong Wild, pero con un toque distinto. Para este país concibió piezas con simbologías y con colores propios de la nación.
Sin apego a las reglas
Orlinski es un artista que crea en libertad, sin apegarse a las reglas o a los códigos del arte internacional. Se mueve motivado por la emoción, aunque la diversión es otro elemento que guía su trabajo.
“Esta galería está dedicada a su arte, está dedicada a su mensaje principal: nacido salvaje, un lema que estará presente en todas sus obras. Si el espectador se fija, todas sus piezas —esculturas de animales salvajes— están gritando. Lo que gritan es justamente un mensaje sobre la libertad de expresión, un grito que tiene que ver con quiénes somos naturalmente de forma instintiva”, refiere la galerista.
Espíritu altruista
Orlinski diseñó un gorila de 45 centímetros de altura y lo firmó para que los recursos obtenidos por su venta se destinen a una fundación que apoya la reconstrucción de escuelas después del temblor de 2017.
“Van más de 250 escuelas reconstruidas por una fundación conformada por mexicanos y extranjeros que estuvimos al lado del pueblo en los días que se vivió la gran tragedia —detalla la galerista—. Richard Orlinski también participó en la reconstrucción, a través de la fundación Happy Hearts (Corazones felices), con la venta de su obra”.
Un personaje emblemático
Sandrine Pressiat refiere que para el artista “el gorila es el animal con el que el hombre más se puede identificar. Considera que el gorila es el hombre perfecto: poderoso, pero también tiene gran corazón, ya que es protector y tiene gran noción de la familia”.
cjr