“Todo lo que trabajamos por ella, todo lo que hay detrás” es lo que contesta la arquera mexicana Alejandra Valencia cuando se le pregunta lo primero que le viene a la mente cuando ve su medalla de bronce de Tokio 2020. A sus 26 años y en sus terceros Juegos Olímpicos, su primera presea llegó en mancuerna con Luis El Abuelo Álvarez en el tiro con arco mixto, pero si bien se cumplió un objetivo, el sueño está lejos de acabar “Luis y yo veníamos este año en las Copas ganando, quedando en tercer lugar y cuando ganamos la semifinal le dije ‘¡Venga, somos especialistas en pelear el bronce!’ La comunicación fue buena entre ambos, yo abría y medía el viento y él hacia lo que tenía que hacer en relación a eso. Mi objetivo es continuar. Tengo una medalla pero es de bronce, se puede mejorar, se puede lograr, se puede subir de color, tenemos con que, hay confianza.”
Sin embargo el camino, como para muchos atletas de alto rendimiento, no fue fácil. Al recordar su preparación en los últimos dos años, confiesa que también tuvo que trabajar en su salud mental “Hice todo lo que estaba en mi poder en cuestión de entrenamientos. En pandemia seguí en mi casa. La preparación psicológica siempre la tuve presente, más que nada en 2019. Año bueno en resultados pero en mi propia consciencia malo. Pero gracias a eso con mi psicóloga logramos trabajar sobre eso, lo hicimos bien y llegué fuerte en ese sentido, no solo mi entrenador y yo, todo el equipo multidisciplinario, trabajo de todos. No es que lo platiques, no vas a decir 'oye acabo de tener un colapso mental', pero ya que lo superas si dices lo que pasó para dar consejos y otros puedan pasar ese hoyo. No es solo tiro con arco, todos los deportes en algún momento de nuestra vida hemos pasado por eso. Imagínate estar entrenando toda tu vida para lograr un resultado y que por alguna cosa no puedas lograrlo. Más que la crítica externa, la crítica interna es la más fuerte y hay muchas personas que no tienen con quien trabajarlo. Mi psicóloga es externa de Conade y gracias a ella es que estoy donde estoy.”
La sonorense estuvo cerca de una medalla en la prueba individual y ya le dio vuelta al resultado “Estaba pensando en lo que tenía que hacer en ese instante, fueron milímetros así que mal no estuvo. Un quinto lugar olímpico no es nada malo, ya con una medalla ya superé lo que hice en Río. Pudo ser mejor y eso es lo que nos mantiene en este deporte. Todos los cuartos lugares son Olímpicos, no estás lejos estás contra lo mejor del mundo. Lograste estar ahí, que México se impusiera y crear un nombre para poderlo continuar en el próximo ciclo. En Río que quedé en cuarto era ‘¡Como pude quedar en cuarto, no puede ser!’ pero ya que lo ves en panorama dices ‘¡Es un cuarto lugar! No tengo porque ponerme mal’. Todos nos levantamos para ganar, yo tuve el apoyo de cambiar esa mentalidad, no poner atención a las criticas malas de personas que no saben de lo que están hablando, de personas que no saben el camino que una lleva.”
Sobre el competir sin público, a Valencia le hizo falta “Yo si lo extrañé, eran unas gradas grandotas, hubiera estado genial que hubiera habido gente. Allá el tiro con arco es como decir futbol aquí, ya se imaginaran la cantidad de asientos”. Y en comparación con pasadas ediciones Olímpicas en cuestión de las restricciones confiesa: “De lo que nos tocó ver de la Villa al campo Tokio es una ciudad muy bonita. Si nos pesó eso, pero se tenía que hacer, no íbamos a arriesgar nada por una foto.” Por último confiesa que de no haber sido deportista sería una persona normal “No somos normales, entrenamos 10 horas y tenemos 2 horas de normalidad. Gracias a la pandemia pudimos vivirlo aunque estuvimos encerrados, estuvimos con nuestras familias”.
Por su parte Luis Álvarez confiesa tener sentimientos encontrados tras conseguir el bronce “Sentimientos buenos y otros agridulces de que pudo haber sido mejor. Es una motivación para seguir entrenándome y exigiéndome aún más de lo que ya me exijo. Que no se pierda, es buen resultado pero no es motivo para dormirse. Mi exigencia no me permite quedarme ahí, este resultado es algo muy bueno pero mi propia ambición no me permite quedarme ahí, tengo que seguir luchando para tener más y mejores resultados. El objetivo de París ahí está y trabajaré todas las áreas de oportunidad que se presenten. El objetivo es mejorar, más que una medalla o un récord.”
El Abuelo, como se conoce al atleta de 30 años, sabe que el cambio de entrenador fue clave en su preparación para Tokio y planea mantenerse en la misma línea “Los cambios los hice a finales de 2019 cuando decidí entrenar con Alejandro Vélez. Van a venir cambios físicos, técnicos, más trabajo mental, cambios mecánicos, hay que analizar el arco, la flecha. En México lo estamos haciendo bien. Estamos agradecidos de que se hayan disputado los Juegos Olímpicos porque a principios de año e incluso ya allá había rumores de que se podían cancelar. Fueron atípicos pero fue un orgullo. Fue raro porque no había esa adrenalina del público, pero es un factor que no entra para tirar, lo que nos afectó más fue el clima. Vamos a lo que vamos, a competir, no vamos a pasárnosla bien. La Villa, la logística, todo estaba bien.”
RGS