Daniel Corral tiene 27 años practicando la gimnasia artística y durante ese tiempo ha competido en siete Campeonatos del Mundo, teniendo en la edición de Bélgica 2013 su actuación más destacable al ganar el bronce en caballo con arzones, además ya suma dos participaciones olímpicas: Londres 2012 y Río 20216, en el primer caso se quedó con el quinto sitio en barras paralelas, mientras que en la segunda edición se fue lejos de las expectativas.
Ahora para Tokio 2020, el gimnasta quiere disfrutar la competencia y no presionarse por obtener un resultado destacado, aunque sin descartar esa posibilidad de subir al podio.
El pase a Tokio 2020 lo obtuvo dentro del Campeonato Mundial de Stuttgart 2019, lo cual para el deportista fue un gran logro, ya que en las ediciones anteriores logró el pase por medio del Preolímpico continental.
¿Cómo va tu camino rumbo a Tokio?
Muy contento, disfrutando cada día cada momento, estamos en un proceso lento, pero seguro y todo apuntando para la competencia más importante que son los Juegos Olímpicos. Vivo esa experiencia más emocionado que las dos anteriores e ir a unos terceros Juegos es como un sueño hecho realidad, es como un regalo que me doy para mí.
¿Por qué hay más emoción en ti en esta clasificación a Tokio 2020?
De todos los años que he practicado gimnasia, creo que esta es la primera vez que en realidad siento que estoy haciendo gimnasia, y que más allá de medallas, títulos o de seguir haciendo historia, ahora lo que buscó es un proceso de sanación conmigo mismo y de reencuentro en la gimnasia y lo estoy disfrutando mucho más. Quiero disfrutar la experiencia al máximo y regresar a México con una sonrisa y con un sentimiento muy grande de satisfacción.
¿Es una clasificación que te sabe a gloria al conseguirla en un Mundial?
Creo que de las tres clasificaciones, ésta ha sido la más complicada y cada vez el nivel mundial está creciendo muchísimo. El número de plazas que hubo en el Mundial fueron muy pocas, entonces sí fue una competencia de mucho estrés, complicada, y donde debías de tener el menor número de errores. Todo el sacrificio se resume en ese gran momento”.
Cuándo escuchas la palabra Tokio, ¿qué es lo primero que piensas?
Esta clasificación a estos Juegos Olímpicos ha sido la más complicada, llena de retos físicos y lesiones, y todo el proceso de preparación ha sido el más complicado, por eso quiero que esta experiencia sea una de las más memorables en todos los aspectos posibles.
Tras dos experiencias olímpicas, ¿qué expectativa tienes para Tokio 2020?
Obviamente el objetivo de estar peleando la Final olímpica y la medalla siempre existe, pero en esta ocasión hay algo que supera ese deseo. Estamos trabajando arduamente y fuerte por conseguir una presea histórica para mi país y para mí también.
¿Cómo has madurado deportivamente?
Estos terceros Olímpicos son un gran reto, principalmente por llegar lo más sano físicamente, psicológicamente siento que estoy más preparado, más tranquilo y disfrutando más cada proceso. Creo que una de las cosas que me faltó en las experiencias olímpicas pasadas fue el darme tiempo de disfrutar tanto de las cosas buenas y malas, entonces en esta ocasión regresé principalmente para eso, para recordar cómo es una sensación olímpica.
¿Sientes esa emoción de ya estar ahí?
Llevo en este deporte 27 años y este gimnasio ha sido mi vida, ya que aquí comencé a hacer gimnasia desde los tres años, e incluso antes de iniciar tengo fotos en pañales aquí en esta instalación. Así que esta es mi casa, ya que aquí me he formado toda mi vida, y siempre lo que quise hacer es macar historia, ser el primero en conseguir algo y ha sido un viaje muy interesante y al final quiero decir que todo lo que hice valió la pena.