Rut Castillo cuenta con 20 años en la gimnasia rítmica y durante este tiempo ha pasado por diferentes episodios negativos: vivir bajo la sombra de otra gimnasta, un dopaje en 2011, el retiro deportivo en 2017, diferentes lesiones y quedarse sin entrenador durante la pandemia. Sin embargo, hoy vive la otra cara de la moneda, al convertirse en la primera mexicana que participará en unos Juegos Olímpicos dentro de su disciplina. Un hecho histórico.
Sí, le tomó tiempo lograrlo, pero hoy, a sus 30 años, Rut niega que este boleto llegue demasiado tarde, pese a que será la más veterana de las 24 gimnastas que competirán en Tokio; al contrario, confía que esta larga trayectoria le ayude para acceder a la final olímpica.
¿Qué se siente ser la primera mexicana que competirá en gimnasia rítmica dentro de unos Juegos Olímpicos?
La verdad es que estoy súper contenta, siento muchas emociones y sentimientos que sigo digiriendo; estoy bien agradecida con mucha gente que son parte de mi vida personal, deportiva, y son parte de este logro. La clave fue la concentración, a pesar de que fue un evento muy importante, con mucha presión, ya que no debía haber ningún margen de error –porque solo había una plaza olímpica– y debía ganar ese primer lugar para obtenerla; entonces, tenía que estar totalmente concentrada, enfocada en realizar bien mis rutinas, porque mi estrategia fue lograr un desempeño óptimo para lograr ese pase.
Ha sido un camino muy largo para conseguir la plaza olímpica, ¿en algún momento pensaste que ya no llegaría?
Lo que pasó el año pasado con la pandemia fue un momento de mucha desilusión para mí; de hecho hubo varios momentos que pensaba en retirarme, ya que sentía que no estaba en el tiempo de perder un año más de mi carrera deportiva, ya que tengo 30 años, pero eso nunca ha sido un impedimento y espero que esto sea un ejemplo de la que edad solo es un número, pero sí sentía que en cuestión de objetivos personales estaba perdiendo mi tiempo; ahora, lo veo desde otra perspectiva, estaba forjando el carácter y mi carrera deportiva para llegar a este clasificatorio, así que agradezco que haya aguantado.
¿Cuál ha sido el momento más difícil de tu carrera?
Podríamos hablar de un monto de cosas, pero hay tres puntos muy difíciles de mi carrera: el primero fue el dopaje en el 2011; luego en 2016 cuando me retiré por un año, ya que no logré la clasificación para los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, así que tuve una desmotivación y no sabía si quería aventarme otro ciclo olímpico; además, el tema de tener una entrenadora fue complicado, ya que el año pasado durante la pandemia no tuve quién me guiara, entonces tenía un panorama totalmente desalentador. Sin embargo, todas estas dificultades las pude superar y agradezco a muchas personas que están a mi lado, porque sin ellos no hubiera podido.
¿Es desventaja ser la gimnasta más grande que estará en los Juegos Olímpicos de Tokio?
Desde el Mundial del 2018 yo era la gimnasta con mayor edad a nivel mundial, entonces, seré la más grande. Depende de la perspectiva de la cual lo vean el tema de la edad, cuando terminó Río 2016, al siguiente año las gimnastas juveniles comenzaron a subir de categoría y yo las veía con un montón de energía; las veía metiendo cosas difíciles en las rutinas y yo me preguntaba cómo le haría para competir contra ellas; sin embargo, la experiencia siempre juega a favor en cualquier ámbito, yo soy una gimnasta experimentada que ha pisado muchos escenarios y creo que esta ocasión jugó mucho a mi favor.
El nuevo criterio de clasificación, ¿te animó a seguir?
Los criterios de clasificación han cambiado y nos han favorecido mucho a América, porque este deporte es totalmente europeo y en América no teníamos ni cerca la posibilidad de clasificar; siempre han dominado la disciplina países como Rusia, Ucrania, Bielorrusia y Bulgaria. Yo regresé en 2017 con un objetivo particular que era la Universiada Mundial, donde tuve una buena actuación, ahí dije ‘sí puedo’ y volví a creer en mí. Estoy orgullosa de esta perseverancia, que a pesar de cualquier adversidad me mantuve firme; a excepción de ese año, la verdad que sí fue muy necesario alejarme de la gimnasia y regresé con más energía.
¿Con qué lugar te sentirías satisfecha en Tokio?
Me sentiría satisfecha con una actuación que yo diga es mi mejor versión. Los 20 lugares de las 24 gimnastas que participaremos están repartidos. Estoy pensando en una final olímpica, tengo que platicarlo con mi entrenadora y ver cómo están mis rutinas en comparación con las otras; ver si con mi nivel de dificultad existe la posibilidad de pasar a la final.