A pesar de las carencias en el boxeo amateur, Esmeralda Falcón ha decidido quedarse otro ciclo más en este sector, ya que su objetivo ahora es conseguir una medalla olímpica en París 2024; sin embargo, la deportista advirtió que, si no hay apoyo en fogueo internacional y en un preparador físico, solamente iría de nueva a cuenta a participar en la justa olímpica como sucedió en Tokio.
“Yo podría echarle muchísimas ganas, pero si no contamos con lo que se requiere y exige el alto rendimiento yo iría solamente a París 2024 a participar, tal como pasó en Tokio 2020, y eso sería una frustración para mí porque yo estoy entregando mis mejores años y mi tiempo para lograr algo que quiero. A mí me encantaría quedarme bien conmigo misma y decir que di todo de mí, con todos los recursos necesarios, y si no lo logré simplemente mi talento no dio para una medalla, pero siento que sí se puede lograr y es por eso que he decidido quedarme en el amateur”, declaró Falcón.
Para Tokio 2020 los boxeadores no tuvieron un fogueo internacional previo y el entrenador nacional ahora es Octavio Robles, quien tomó el mando tras el fallecimiento de Francisco Bonilla.
“El apoyo lo pediría en cuestión de fogueo, pero también que nuestros entrenadores estén abiertos a otro tipo de preparación, porque en mi caso siento que tuve deficiencias físicas; entonces para Tokio hice el plan de entrenamiento que me puso, pero considero que el profesor es bueno, pero no tiene otra preparación como entrenador, es decir, no ha estudiado como para hacer el entrenamiento físico”, indicó.
En el combate que tuvo frente a la italiana Rebecca Nicoli, Esmeralda Falcón se dio cuenta de las deficiencias que tiene el boxeo mexicano.
“Deficiencias técnicas no tenemos, pero si en la parte técnica, porque los rivales desde esa perspectiva eran muy diferentes a nosotros; por ejemplo, la velocidad, la reacción y la movilidad, porque en mi caso si fue al choque y traté de ganar la pelea, pero mi boxeo era diferente al de las compañeras porque fue más estático que dinámico. Necesitamos un preparador físico que este especializado y debemos tomar más conciencia en esa parte, e incluso antes de Tokio al presidente de la federación le externé que quiera entrenar fuera del Comité Olímpico con mi entrenador local”, expresó.
Así, a pesar del poco apoyo que hay en el sector amateur, Esmeralda tomó la determinación de quedarse otro ciclo más y el profesionalismo deberá esperar.
“En un inicio mi proyecto estaba contemplado para dos ciclos olímpicos y muchos pensaron que ya me iría al profesionalismo, pero me quedé con la espinita de que puedo y soy capaz de traer una medalla. Así como fue mi sueño ser olímpica, ahora mi sueño es ser medallista olímpica, quiero entregarle una presea a mi país. Por lo tanto, estos Juegos fueron de aprendizaje y motivación para aferrarme al ciclo de París 2024”, indicó.
MGC