Los Juegos Olímpicos son el evento deportivo más importante del mundo, pues es el único que reúne a atletas de todas las disciplinas individuales y grupales, quienes tienen como misión grabar su nombre con letras doradas en la historia de este certamen.
Una de las características de este magno evento es el honor, pues durante los cuatro años del ciclo olímpico, los participantes realizan un gran esfuerzo con tal de asistir a la justa veraniega donde dejan sangre sudor y lágrimas para obtener una medalla y poner el nombre de su país en lo más alto.
Siempre hay una excepción a la regla, ya que algunos de los deportistas se han excedido en su ambición y han realizado trampas para obtener la gloria olímpica, varios de ellos se han dopado, otros se han lesionado a sus rivales, mientras otros ‘corren’ sin esforzarse.
Rápido y tramposo
El nombre de Ben Johnson quedó escrito en la historia de los Juegos Olímpicos, pues en Seúl 1988, el canadiense se colgó la medalla de oro en la prueba de 100 metros planos al parar el cronómetro a los nueve segundos 79 centésimas, lo que lo convirtió en el hombre más rápido del mundo, pero, así como voló en el tartán, le fue arrebatada la presea dorada, pues en el control antidoping dio positivo a esteroides. A pesar de eso se le permitió seguir compitiendo, hasta que en 1993 volvió a dar positivo por la misma sustancia y fue suspendido de por vida.
Ganó el maratón… ¡en auto!
Fred Lorz fue el primer gran tramposo en Juegos Olímpicos.
En 1904 durante la tercera edición de la justa veraniega moderna que se realizó en Saint Louis, el estadounidense culminó los 42 kilómetros del maratón en 3 horas y 13 minutos. Mientras Lorz festejaba y se disponía a tomarse la foto del recuerdo con Alice Roosevelt, hija del presidente norteamericano, arribó Thomas Hicks, quien se sorprendió al ver a Fred en la meta, e inmediatamente comenzó a reclamar, pues nunca vio a algún corredor rebasarlo. Ante esto, Lorz tuvo que aceptar que hizo trampa, pues gran parte del recorrido lo hizo en el auto de su entrenador, ya que se le hizo muy pesado el trayecto.
Por este motivo, Fred fue inhabilitado de por vida.
¡A la cárcel!
En los Juegos Olímpicos de Sidney 2000, la corredora estadounidense Marion Jones se llevó los reflectores, pues se convirtió en la primera mujer en obtener cinco medallas (dos de oro y tres de bronce) en la prueba de atletismo.
Ante esta hazaña se rumoró que Marion había consumido sustancias prohibidas para mejorar su rendimiento, algo que ella y que su prueba antidoping negaban. Fue en el 2007 cuando Jones admitió haber consumido esteroides previo a las olimpiadas, situación por la cual fue despojada de sus preseas y encarcelada por mentirle a las autoridades federales.
Compitió como mujer…
Para los Juegos Olímpicos de Berlín (1936), el equipo de salto de longitud alemán presento a Dora Rtajen, quien obtuvo la medalla del cuarto lugar, posteriormente, en 1938 alcanzó el récord mundial de la disciplina, pero algo no andaba bien. Un año más tarde 1939, Dora fue arrestada, y tuvo que devolver su presea. El motivo fue que Rtajen era hermafrodita y pese a que físicamente era una mujer, ella se identificaba como hombre. Al final cambió su nombre por Heinrich.
¡La rompe piernas!
Tonya Harding marcó una época en el patinaje artístico, sin embargo en los años 90’s su carrera cayó en un bache, en el cual Nancy Kerrigan la superaban ampliamente, por lo que comenzó a enloquecer, al grado de efectuar uno de los mayores escándalos en la historia del deporte.
En 1994 habría una oportunidad de oro para Tonya, quien tendría una oportunidad de clasificarse a los Juegos Olímpicos de Invierno, pero enfrente tenía a su compatriota Kerrigan, lo que le dificultaría obtener un boleto, por lo que tomó una medida extrema.
El 6 de enero, Nancy fue atacada por Shane Stant durante una sesión de entrenamiento para el Campeonato Nacional de Detroit. El agresor fue contratado por Jeff Gillooly, ex esposo de Harding, quien le solicitó romperle las piernas a Kerigan. Curiosamente ambas clasificaron a los JO de Invierno. Meses después Tonya fue suspendida de por vida.
Esta historia se hizo tan famosa que se realizaron películas y libros.
¿Por unas chelas?
Las olimpiadas de México 86’ fueron el primer certamen donde se realizaron preubas antidoping. El pentatleta sueco Hans-Gunnar Liljenwall pasó a la historia por haber sido el primer deportista en dar positivo en estas pruebas. A pesar de que no ingirió esteroides tuvo que regresar la medalla de bronce que obtuvo en la prueba de tiro, por tomar un par de cervezas para calmar sus nervios.