Los primeros cuatro meses de Mariana Arceo en el pentatlón moderno no fueron como lo imaginó. Fueron complicados por la intensidad de las pruebas, y por ello, decidió dejar la disciplina. Sin embargo, un día se propuso volver, intentarlo de nuevo, y gracias a su tenacidad e insistencia hoy tiene un boleto para sus primeros Juegos Olímpicos.
Arceo inició en la natación, pero uno de los visores del Code Jalisco, la vio y le ofreció ingresarla al pentatlón moderno, “me dijeron que tenía cualidades, desde los 12 años ya medía 1.70 y me dijeron que si quería intentarlo”.
Mariana consiguió su pase olímpico en los Juegos Panamericanos de 2019, cuando conquistó la medalla de oro, pero además fue un título muy especial, al ser la primera mujer mexicana en obtener un metal en dicho certamen. Después de eso, se propuso seguir conquistando metas, por supuesto, la mayor de ellas, la justa a celebrarse en Tokio.
Para eso, tuvo que dejar su familia en Jalisco, porque en el Centro Nacional de Alto Rendimiento (CNAR) tiene todo para prepararse al cien por ciento. Aunque eso no le impide dejar a un lado el proyecto de su fundación.
¿Qué ha sido lo más complicado que has enfrentado en tu trayectoria?
Los deportistas en el inicio tenemos muchas carencias, tanto de apoyos como que no sabes si seguir en la escuela o el deporte, es algo muy complicado. La etapa que más me costó trabajo fue en la que no tuve entrenador, no tuve apoyo, no tenía instalaciones, pero sabía que tenía cualidades, tenía la espinita y a los 20 años decidí dedicarme al cien por ciento al deporte, fue para los Juegos Olímpicos del 2016. Lamentablemente en ese año no se me dio por cuestiones de pantalón largo, pero ahora sí estoy y lo estoy disfrutando.
¿Cómo fue el momento en el que conseguiste la medalla en los Juegos Panamericanos?
El momento más hermoso que he pasado en mi carrera es cuando crucé la meta de los Juegos Panamericanos, estuve los últimos 100 metros disfrutando, ya sabía que lo tenía, mi entrenador me decía ‘dale, dale’, y yo sentía que alguien venía atrás de mí, pero no, realmente quería que le diera porque también estaba emocionado. Cuando volteo y veo que no venía nadie, que estaba ganando por un montón es cuando puedo disfrutar, es algo por lo que luché 10 años; sabía que llegando a esa meta iba a lograr el sueño de conseguir mis primeros Juegos Olímpicos.
Lo hiciste con una distinción especial, de ser la primera mujer mexicana en conseguirlo.
Yo iba con la cabeza fría en esa competencia, sabía que tenía todo que ganar o todo que perder. Ganar mi sueño o perderlo. El ser la primera mexicana fue algo muy bonito porque había trabajado para ello. En ese 2019 me estaba posicionando como la mejor en todas las competencias; entonces, sabía que aunque muchos no pensaron que yo podía ganar, yo sí tenía confianza en mí de que podía hacerlo, que había trabajado para eso.
¿Cómo vas a recordar el 2019?
El año que abrió totalmente mi carrera, porque si no tienes estos resultados, no eres tan vista, ahora soy una imagen y trabajo para decirle al mundo que luchando y perseverando es cuando se alcanzan las cosas. No solo fui la primera mexicana en ganar una medalla en Panamericanos, también en el Campeonato Mundial un mes después. Me costó mucho, porque sabía que debía manejar el mismo estatus de Panamericanos, porque todo mundo esperaba algo grande de mí, fue muy fuerte mentalmente esa competencia y pude superarlo, me sentí muy orgullosa de eso. Mucha gente no puede percibir la presión que nosotros como atletas cargamos, nuestra cabeza trabaja más de lo que debería.
¿Te has visualizado con buenos y malos resultados en Tokio?
Eso lo hago en cada entrenamiento, tienes que visualizarte en todas las formas para saber enfrentar cualquier tipo de situación, ya sea muy buena, regular o mala. Hay que ser conscientes de que unos Juegos Olímpicos no son fáciles, lo bueno es que yo soy finalista, todo puede pasar, me estoy preparando para dar lo mejor. Tengo tiempos muy buenos y sé que hay deportistas que solo con clasificar se dan por bien servidos, pero yo sí estoy peleando cada uno de mis días que me restan para los Juegos Olímpicos, porque busco estar en lo más alto.
¿Cuál de los cinco deportes te gusta más?
Me encanta entrenar natación, aunque sufro porque no me gusta el agua fría; en competencia me encanta la esgrima, porque se juega a un toque, vale todo el cuerpo, debes tener mucha cabeza y me gusta desahogar esa agresividad.
MGC