El tenis volvió a ser Olímpico en Seúl 1988 y desde entonces solo cuatro ex número 1 del mundo han logrado conquista la presea dorada en singles. Primero fue Andre Agassi en Atlanta 1996, Yevgeny Kafelnikov en Sídney 2000, Rafael Nadal en Beijing 2008 y Andy Murray dos veces en Londres 2012 y Rio 2016. Por supuesto el español además sumó el oro en dobles en 2016 y si bien Roger Federer no se queda atrás con una plata en singles y con el metal dorado en dobles, la realidad es que el oro olímpico individual es su más grande escapada. Era lo que más anhelaba y que por lesión no podrá conquistar. Solo queda el recuerdo de su actuación junto a Stan Wawrinka en 2008.
El ex número 1 Lleyton Hewitt se quedó en tercera ronda en 2012, Pete Sampras no pasó de la misma en Barcelona 1992. Solo Boris Becker ese año consiguió una dorada en dobles. A BjÖrn Borg no le tocó durante su etapa profesional el tenis olímpico, ya que aunque estuvo como demostración en la edición de 1968 y 1984, tenía un límite de edad de 21 años. Casi mismo caso con Ivan Lendl, que no alcanzó a nacionalizarse a tiempo para 1988. Por lo menos se llevó dos oros olímpicos al ser el coach de Andy Murray. Jimmy Connors, John McEnroe, Jim Courier, Michael Chang, Thomas Muster, no son pocos los nombres legendarios que no probaron la gloria olímpica.
En la rama femenil las hermanas Williams tienen el récord de cuatro medallas de oro olímpicas cada una, tres son de dobles y Venus le suma además otra de plata lo cual la convierte en la mujer más ganadora. Steffi Graf consiguió el Golden Grand Slam, pero decepciona que Martina Navratilova se quedó en cuartos en 2004 y Chris Evert en tercera ronda en 1988. Considerando que las hermanas Williams han dominado el deporte en las últimas décadas, se entiende que otras leyendas no sumen el reconocimiento por no tener la oportunidad de participar.
FCM