Luego de conseguir la medalla de bronce al vencer al anfitrión, Japón en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, la Selección Mexicana encabezada por el técnico, Jaime Lozano, regresó a suelo azteca, y fueron recibidos cómo verdaderos campeones por un centenar de aficionados que se dieron cita en el aeropuerto internacional de la Ciudad de México.
La torrencial lluvia que azotó gran parte del territorio mexicano hizo que el vuelo proveniente de Japón se retrasará un par de horas, pero a pesar del tiempo de espera, familiares, amigos y aficionados no perdieron la calma, y se mantuvieron estoicos gracias al mariachi que hizo acto de presencia, pues tocó algunas canciones para hacer amena la espera.
En punto de las 16:48 se pudo observar en las pantallas del aeropuerto que el vuelo había arribado, por lo que los familiares comenzaron a prepararse para darles la más calurosa bienvenida, pero fue hasta una hora después que comenzaron a salir. El primero en cruzar las puertas fue el mediocampista de Cruz Azul, Luis Romo, quién al ver a su esposa e hijos corrió a abrazarlas y llenarlas de afectos, para posteriormente presumirnos su presea. Por más que los medios de comunicación buscaron una declaración del futbolista celeste, Luis indicó que tenían la orden de no dar ninguna declaración.
Detrás de Romo apareció Memo Ochoa, situación que desató el caos. Al son de "Memo Memo" y la canción 'Caminos de Michoacán' el vals dio inicio. Ochoa abrazo a su esposa e inmediatamente fanáticos y reporteros rompieron el cerco policiaco para buscar una selfie o declaración del arquero del América, quién intentó correr para evitarlos, momento en el que comenzaron los empujones, gritos, mentadas y sombrerazos. Sin atender a la prensa Guillermo llegó a su camioneta para ir directo a su casa.
Después del futbolista de las Águilas se dio el desfile de futbolistas, así que el corredero comenzó. En medio del tumulto, el volante de Cruz Azul, Roberto Alvarado se dijo satisfecho por el gran logro que obtuvieron en la justa veraniega.
“Contento, muy feliz, esto es algo indescriptible. Le agradezco a todo México su apoyo, sé que no fue fácil desvelarse”, indicó el Piojo, quien prefiere concentrarse en La Máquina antes de pensar en emigrar a Europa: “ Es una gran vitrina, pero ahorita nos reincorporamos a Cruz Azul y es en lo único que pienso”, concluyó.
Por su parte, Jimmy Lozano atendió a gran parte de los aficionados, quienes le agradecieron con cánticos su esfuerzo por lograr el bronce y hacer del combinado un conjunto de respeto. Antes de partir del aeropuerto, Lozano dejo en claro que no daría ninguna declaración, pues iba escoltado por gente de la Federación Mexicana de Fútbol.
Uno de los pocos que sí dio la cara fue el defensa de Pumas Johan Vázquez, quién aceptó que hay propuestas para emigrar al viejo continente, pero deberá esperar.
“ Muy feliz por el logro obtenido. Nosotros íbamos con el propósito de la medalla de oro, desgraciadamente no se nos dio, pero regresamos con el bronce, algo histórico para el futbol mexicano, y que es dedicado a mi familia, y a todos los mexicanos que nos brindaron su apoyo.
Vamos a esperar, a sentarnos con mi representante y Pumas. Hay cosas pero debemos esperar”, puntualizó.
Apareció el Chucky Lozano
Parecía que todo regresaba a la calma, los seleccionados Sub 23 ya se habían ido, cuando de pronto apareció la figura del futbol mexicano. Hirving Lozano, quién causó baja de la Selección Mexicana de la Copa Oro debido a in choque con el portero de Trinidad y Tobago, arribó a la Ciudad de México para posteriormente viajar a Italia para reportar con el Napoli, pero antes de entrar a la sala de espera felicitó a los medallistas olímpicos.
“ Hicieron bien las cosas, hay que felicitarlos y que sigan haciendo bien las cosas. Yo estoy bien”, dijo el futbolista.
FCM