El mundo deportivo ha entrado en una nueva etapa donde, además de garantizar el éxito de sus mayores eventos, también busca la sostenibilidad para impactar lo menos posible de manera negativa al medio ambiente. Por ejemplo, los Juegos Olímpicos de París 2024 prevén reducir a la mitad las emisiones de gas de efecto invernadero, pasando de las 3.5 toneladas de CO2 que se produjeron en Londres 2012 y Río 2016 a solo 1.6. Además, se ha utilizado un 95% de estructuras ya existentes para los escenarios olímpicos y la Villa Olímpica, misma que se construirá con recursos renovables, bajo la política de ceros desperdicios.
Bajo esta misma sintonía también marchan los Juegos Panamericanos que se están disputando en Santiago de Chile. La competencia continental buscará el reciclaje mínimo del 80 por ciento de los residuos plásticos generados durante las competencias. Además, se espera que la huella de carbono generada durante las dos semanas de competencias quede en solo 250 mil toneladas de CO2.
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Los traslados, el gran reto
El comité de Legado y Sostenibilidad de Santiago 2023 ha reconocido que durante estas dos semanas, el principal punto contaminante son los recorridos de las diferentes delegaciones –un total de nueve mil atletas– a las sedes de los Juegos Panamericanos, para ellos se ha echado mano de autobuses eléctricos, así como el uso de tecnologías de inteligencia logística para mejorar los tiempos de traslado y evitar un mayor consumo de combustible en los que emplean gasolina.
“Actualmente, el estándar mínimo en cualquier competencia de estas dimensiones no solo es que se desarrolle de la mejor forma, sino que genere la menor huella de carbono posible. Nuestros algoritmos hacen más eficiente la logística, moviendo a los vehículos en el menor tiempo posible y recorriendo la menor cantidad de kilómetros y maximizando el uso del combustible”, señaló Álvaro Echeverría, CEO de SimpliRoute, una de las aplicaciones que se están usando en este evento deportivo.
El uso de inteligencia artificial y machine learning tiene por misión reducir en al menos un 10% la cantidad de vehículos necesarios para realizar los traslados de las delegaciones y, al mismo tiempo, disminuir en más de un 30% la cantidad de litros de combustible diarios utilizados.
Así, además de hacer un evento de primer nivel, Santiago 2023 tiene el reto de marcar la línea de un evento sostenible a nivel continental.
MGC