Esta práctica poco acorde con lo que se espera de un deportista a punto de competir ha suscitado la preocupación del Comité Olímpico de Guatemala (COG), cuyo presidente Gerardo Aguirre la planteó en la asamblea de Panam Sports que se desarrolla en la capital peruana.
Aguirre lamentó la "permisividad con el ingreso de licor" en los controles de acceso a la Villa, en la que se alojan los deportistas con sus entrenadores y asistentes.
El dirigente guatemalteco calculó, según cifras basadas en la delegación de su propio país, que "un diez por ciento de los participantes en los Juegos son menores de edad", con el agravante que supone el consumo de alcohol en las edades tempranas.
"Quisiéramos hacer una llamada a la reflexión. Los valores del deporte pueden quedar comprometidos", afirmó Aguirre.
Después de alguna confusión sobre si el alcohol está oficialmente prohibido en la Villa, el presidente de Panam Sports, el chileno Neven Ilic, aclaró que hay un bar que vende cerveza en la 'zona internacional', el área a la que pueden acceder visitantes autorizados o medios de comunicación.
Pero también se permite el ingreso, dijo, de "hasta 750 mililitros (de bebidas alcohólicas) para adultos mayores de edad".
"Y cada delegación es libre de establecer las reglas para su delegación", apuntó el dirigente, que admitió que se enteró de la posibilidad de entrar con bebida en la Villa por un Whatsapp de la misión guatemalteca.
La edad legal para comprar alcohol en Perú es de 18 años, un límite que no alcanzan muchos deportistas inscritos en los Juegos.
CECH