Su lema de vida hoy la convirtió en medallista de oro. “Para que quiero piernas si tengo alas para volar”, es la frase que Gloria Zarza Guadarrama se repite a cada momento, es la que dice antes de cada competencia y que este 2 de septiembre de 2024 la impulsó a dar su mejor esfuerzo y alcanzar la medalla de oro en el lanzamiento de bala de los Juegos Paralímpicos de París 2024, una promesa que se hizo a sí misma desde hace año.
Y es que fue en Francia donde en 2023 fue descalificada en el Mundial, un tropiezo que la puso al borde del retiro del deporte de alto tendiente, pero después, se convirtió en el trampolín para entrenar todos los días hasta alcanzar hoy la máxima gloria deportiva.
“Esta medalla tiene mucho valor, puesto que el año pasado me descalificaron aquí en Francia, quería demostrarme a mí misma que no fue descalificación por parte mía o por mi desempeño deportivo, sino por un mal jueves, era demostrarme que yo podía, además el apoyo de toda la familia porque cuando quise tirar la toalla y pensaba que esto no era para mí, ya no quería seguir en el deporte, siempre estuvo presente la familia, me dijo vamos tú puedes, inicié de cero y dije ¿porque no volverlo a hacer? Por eso fue la revancha aquí en Francia”, relató la paratleta del Estado de México.
La oriunda de Zinacantepec siempre confió en su entrenamiento, en la marca que la colocaban como principal favorita al oro, una medalla que trabajó por tres años, pues desde que ganó la presea de plata en Tokio 2020, ella advirtió que quería un primer lugar paralímpico.
“Me siento muy contenta, fue algo por lo que he soñado, además la primera medalla de oro para la delegación mexicana me pone doblemente feliz”, dijo.
Ya añadió: “siempre tuve en mente que la rival principal a vencer era yo misma, iba por mi marca personal, no se dio mi marca, pero se logró la medalla, no me quedé con nada, lo di todo, hasta el último momento y me siento muy contenta”.
Desde su segundo lanzamiento en el estadio de Francia hizo la marca ganadora, 8.06, lejos de su mejor registro, pero suficiente para una medalla dorada.
“Fueron los momentos más largos de mi vida, porque la de Brasil venía muy fuerte, así que solo fue esperar, ya estaba en la marca del 8, y se dio”.
Una medalla para su familia
Gloria Zarza es una mujer de fe, siempre la acompaña un San Judas Tadeo que trae tatuado en el brazo, junto a una figura de aves en pleno vuelo y los aros olímpicos que se plasmó desde hace tres años. A esa fe se encomendó para este triunfo, además del respaldo de todo su trabajo.
“San Juditas Tadeo, creo en él, he pasado por momentos difíciles, tanto personales como deportivos, siempre está esa fe y cada que voy a competir agradezco a Dios por permitirme estar aquí, fue un año difícil para volver a buscar marca, pero me coloqué en el ranking, pero siempre con esa fe de que lo iba a lograr e iba a estar en París”.
La medalla tiene destinatarios afectivos inmediatos, su familia, quienes la han apoyado en todo momento, sobre todo en los complicados.
“Es para mi hijo Carlos Alberto Carranza que es mi motor, mi esposo y mis padres, porque han pasado por ese sacrificio de no vernos por semanas porque estoy concentrada, es muy importante el apoyo de la familia”.
ZZM