Reconocida a nivel nacional como el referente del equipo femenil de baloncesto de las Águilas Upaep, la poblana Ángel Fierro Sánchez ha vivido siempre de la mano del deporte ráfaga todos sus sueños y anhelos, que uno a uno ha ido cumpliendo con el paso de los años pues ha obtenido diversos títulos en lo individual y colectivo.
Historia de vida que aún tiene mucho por escribirse, donde entre sus pendientes se encuentra la coronación con las rojiblancas, proyecto en marcha que ahora a sus 22 años encabeza, con la firme convicción de concluir su carrera deportiva universitaria con todas sus cuentas y proyectos saldados.
¿Cómo te inicias en el mundo del deporte ráfaga?
“Desde chiquita, como mi mamá también jugó básquet me lo indujeron, mi papá fue triatleta, el deporte siempre estuvo corriendo por mis venas, de chica practiqué karate, natación y baloncesto, hacía los tres deportes. Primero mis papás me dijeron que karate porque era para aprender a defenderme, a natación por aprender a nadar, el básquet era más por la escuela, que me gustaba, era el que tenía como favorito, pero cuando entré a secundaria ya no me daba tiempo hacer los tres, me enfoqué a uno para especializarme más, decidí por el básquetbol”.
¿Cómo se da tu evolución en el básquetbol?
“En la primaria comencé en una escuelita, de ahí salté a un club, ahí ya nos iban observando, fuimos a varios regionales, estatales, Puebla comenzó a subir de nivel, porque casi siempre reconocen sólo a los del norte, la zona centro comenzaba a adquirir nivel, en 2016 me llamaron a Pre Selección Nacional, un año antes fui a la U-16, tenía 15 años en ese entonces, todavía no era mi categoría, cuando cumplí los 16 me llamaron a mi categoría que fue el Cocaba en Costa Rica que fue mi primera Selección Nacional y quedamos campeonas”.
¿Cómo fue tu experiencia con la Selección?
“Ahí empezó todo, en 2017 fue en Puerto Rico el Centrobásquet, también quedamos campeonas. En mujeres siempre hemos sido campeonas, después fue el Pre Mundial en Ciudad de México en 2018, desafortunadamente quedamos en el séptimo lugar de ocho y no pasamos, nos lesionamos tres jugadoras, una que era poste, otra de nuestras mejores jugadoras tuvo un problema del corazón y yo, fueron bajas muy significativas que no nos dieron dar el resultado que queríamos”.
¿Cómo se da el acercamiento con Upaep?
“Yo tenía pensado quedarme en Puebla, como había varias opciones de preparatorias, de universidades, yo soy muy de familia, muy hogareña, no quería alejarme tanto de mi familia, quería quedarme aquí, estar en mi casa. Llegué en preparatoria a la Upaep, el papá de una amiga presentó el proyecto del equipo femenil, éramos tres amigas que desde chicas siempre nos acompañábamos, pero nunca habíamos estado en una escuela juntas, se hizo el proyecto, nos quedamos y fundamos la escuela de básquetbol de la preparatoria femenil. Cuando salí de la preparatoria en mi último año quedamos campeonas, el proyecto estaba hecho para tres años, yo esperaba ofertas, pero ya me había casado con Upaep, me enamoré completamente de Upaep y me quedé acá, me encantó, esta es mi familia, llevo siete años con Upaep”.
¿Cómo viviste la situación de la pandemia?
“Íbamos en primer lugar de la tabla, íbamos como favoritas a ser campeonas a enfrentar el Ocho Grandes en Monterrey, pasó la pandemia, todo el proyecto se vino abajo, nadie sabía qué pasaba, si íbamos a regresar, si no, estaban viendo si se hacía el modelo burbuja como la NBA; desafortunadamente no se pudo, cada quien se tuvo que ir a su casa, muchas son foráneas, yo me quedé acá, mis papás me regalaron de cumpleaños una canasta de básquet, me puse a entrenar en mi patio, contraté un fisioterapeuta personal para que me entrenara, pero se me hicieron larguísimos esos años, los deportistas caíamos en depresión, sí afectó anímicamente, pero fuimos viendo la luz”.
Ahora, ¿cómo se retoma el proyecto?
“Era mi segundo año cuando pasó la pandemia, yo todavía me sentía de las chiquitas, ahora soy de las veteranas, de las grandes, de las que pone el ejemplo. Sí fue un cambio que tuve que manejar, saber cómo ayudar a mis compañeras, dirigiéndolas, apoyándolas, acompañándolas. Yo estaba en Medicina, estudié tres años, me cambié de carrera a fisioterapia, entonces me quedan dos años para terminar, me la estoy llevando tranquila, en 2024 terminaré, como es carrera de la salud ya no te dan los tiempos para una maestría, acabo mi última materia y me despido de Upaep definitivamente”.
¿Has considerado tomarte un descanso del estudio y ser jugadora profesional?
“Podría ser, sí lo he pensado, pero primero me gustaría enfocarme un poco a mi carrera, me gustaría irme de intercambio, al menos un semestre, medio año, buscar fuera una oportunidad, o empezar acá en lo profesional, pero ya veré más adelante, todavía tengo dos años para decidir, ya me han llegado algunas ofertas, pero estoy comprometida con Upaep, no puedo, aún no salgo, todavía no estoy buscando eso”.
En cuanto a tu carrera deportiva, ¿con qué te gustaría despedirte de la Upaep?
“Obviamente con el título, más porque va a ser el 50 aniversario de Upaep, los Ocho Grandes serán aquí, qué mejor que ganar en tu casa, con tu gente, todos aquí en familia, yo creo que es el sueño de cada deportista, por ahí si se logra el campeonato, ojalá se puedan unos objetivos personales también”, finalizó.
AFM