Más de la mitad de su vida, don Alberto Chávez Tenorio ha dedicado su tiempo libre a correr maratones. Así descubrió no sólo su pasión por el deporte, sino también una condición innata que si bien ha podido perfeccionar con la asesoría de profesionales, su espíritu incansable le ha permitido cruzar la meta en innumerables ocasiones.
Reconocido por su trayectoria en el deporte amateur, Alberto, ebanista de profesión, comparte a MILENIO Puebla sus andanzas en el atletismo de fondo, que a sus 60 años, le han permitido mantenerse sano, pero también jovial ante la vida, que aún depara para él muchas carreras por conquistar.
¿Cuándo inició la pasión por las carreras de fondo?
“Inició por recomendación médica, una enfermedad de los pies me llevó a hacer deporte, porque practicaba futbol ocasionalmente. No era un deportista muy asiduo, el trabajo que realizo es estar de pie todo el día, la ebanistería no se puede hacer sentado, me empezó a surgir el problema de las várices, mi doctor me recomendó hacer deporte. A un vecino le gustaba correr y me invitó a iniciar en esto, en las carreras, yo en ese entonces tenía el vicio de fumar, fumaba bastante, pero con el paso del tiempo empecé a mejorar mis tiempos, dejé de fumar, tenía 25 años”.
¿Cuándo competir en carreras largas?
“Acá hay una ruta, de más de 40 años de tradición, de Ajalpan a Tehuacán, una ruta de 21 kilómetros, pura subida, una ruta demandante, cuando iniciaba vino ese medio maratón, me propuse el reto para ver si llegábamos, era un novato, entrené, afortunadamente llegué dentro de los primeros diez, cosa que me motivó, mi amigo más me animó, de ahí surgió la idea de correr un maratón”.
¿Cuál fue su primer maratón en forma?
“Venía el Maratón de la Ciudad de México, la edición 11 en 1994, lo recuerdo bien porque ese evento me marcó como maratonista, se rompió la marca. Lo tengo presente porque fue mi inicio, en agosto de 1994. Después en Puebla hicieron el Maratón de la Hermandad, de Puebla a Tlaxcala, después del Maratón de México me gustó mucho y empecé a correr los de la Hermandad”.
¿Ha competido en otros maratones internacionales, en México o el extranjero?
“En el extranjero no, he participado en Mazatlán donde quedé en sexto lugar en la categoría Master 40, la edad en que mejor se me dio para correr fue en esa, en Guadalajara quedé en tercer lugar. Mi mejor marca de dos horas con 42 minutos. En México, desde 1994, hasta 2019 que lo suspendieron, solo dos me perdí, una por lesión y otra por cuestión económica”.
¿Ha recurrido a un entrenador profesional?
“Vino aquí a Tehuacán el profesor Rodolfo Gómez a dar charlas del maratón, él entrenó a Sergio Jiménez de Puebla, nos dio muchos tips, pero tener un entrenador así como tal era difícil por los viajes, en Tehuacán carecíamos de espacios deportivos, no había pista de atletismo, buscábamos por propios medios entrenar, con revistas especializadas y así”.
¿Cuántos maratones ha corrido en toda su carrera?
“He corrido un total de 50, honestamente pude haber corrido más pero el gasto económico, los gastos en la familia, los recursos eran escasos, para viajar cada 15 días, no me alcanzaba, pero sí habría corrido unos 100, pero no, no me arrepiento, lo que he logrado lo he logrado bien, no he hecho trampa en ningún maratón, todo es a base de sacrificio, esfuerzo y lo he logrado”.
Si esto hubiera llegado a usted antes, ¿sería otra su historia, le habría gustado hacer eso de manera profesional?
“Eso de las carreras son hechos personales, cualidades propias, no necesitas de un equipo para sobresalir, mis cualidades me habrían dado como para ser un maratonista nacional, internacional lo veo difícil, por los tiempos y la preparación que uno lleva, pero sí creo que hubiera destacado un poco más si hubiera tenido otro tipo de situación”.
¿Cómo lo apoya su familia?
“En ese aspecto soy demasiado afortunado, me tocó una esposa extraordinaria, ella trabajaba en una oficina, pero nos compaginábamos con las labores de casa, mi taller está en la casa, tenemos tres hijos, los tres profesionistas, compaginábamos las labores de mamá y papá, ella me ayudó muchísimo para hacer esto, porque cuando iba a ir a un maratón debía entrenar dos veces al día, fui muy afortunado al contar con una esposa como ella, como dice el dicho, detrás de cada gran hombre hay una gran mujer”.
¿Cómo lo motiva que lo hayan reconocido por sus 35 años de trayectoria?
“A veces me preguntan, hasta cuándo voy a parar, nunca me he cuestionado eso, doy gracias a Dios, ahora corro con hijos, nietos de otros compañeros que corrían conmigo, se admiran que sigo corriendo, pero no tengo hasta cuándo, de hecho me estoy preparando para un maratón en Xalapa”.
¿Cómo le gustaría ser recordado en el futuro?
“Sería mucha vanidad mía que me recordaran como un ejemplo, simplemente que me recuerden como un gran amigo, la verdad yo comparto mi experiencia con todos los que se acercan a mí, asesoro a varios compañeros de acá en lo que se puede, a veces nos critican porque no tengo título de entrenador, pero la experiencia adquirida, de lo que he leído también, con la práctica, me han hecho ganarme el cariño de la gente, tengo esa fortuna de que me quiere la gente y me reconoce”, finalizó.
AFM