Convertirse en el número uno del país y en uno de los mejores a nivel internacional a los 19 años, es un privilegio que pocos pueden presumir en su existencia, tal es el caso del joven originario de Tehuacán, Puebla, Alejandro Daniel Salceda Corvera, quien en días pasados rompió su propia marca en el armado del famoso cubo Rubik a una mano, tras participar en el Campeonato Norteamericano de Toronto, Canadá.
Estudiante de la Facultad de Ingeniería Industrial de la BUAP, Alejandro mantiene los pies sobre la tierra, pues ha hecho de su gran afición, una pasión y un modo de vida, que no sólo le ha permitido ganar títulos, sino también forjar grandes amistades y conocer diversos países, rutina que en la actualidad es su día a día, misma que disfruta al máximo y que comparte con los lectores de MILENIO Puebla.
¿Cómo fue tu primer acercamiento con el cubo Rubik?
“Sé que existe desde que iba en segundo de primaria, desde entonces me había interesado, pero no lo aprendí a armar. En quinto de primaria empecé a armar una cara, pero no me interesó ir más allá. Hasta segundo de secundaria lo aprendí a armar completamente. Cuando lo hice fue cuando descubrí que existía el mundo de la velocidad, del ‘speed cube’, a partir de ese entonces vengo practicando y mejorando mis tiempos”.
¿Fue complicado armar por completo el cubo la primera vez?
“Aprendí con un tutorial de YouTube, me tomó como dos semanas aprender a armarlo desde cero ya sin tutoriales, ya poder armarlo por mi cuenta, con el método de principiantes. Cuando aprendí a armarlo, dije: ‘me gustaría mejorar mis tiempos’. Empecé a bajar mis tiempos y ver trucos por YouTube, me recomendaron varios videos de personas que lo hacían muy rápido en aquel entonces, desde entonces he estado aprendiendo más métodos, más algoritmos, mi primer tiempo no recuerdo cuál fue, pero yo calculo que fue de dos minutos y medio o los tres minutos”.
¿Cuándo inicias de manera competitiva?
“Mi primera competencia fue oficial, hay otras que no lo son. Las oficiales están regidas por la Organización Mundial del Cubo, o sea la WCA (por sus siglas en inglés), la World Cube Asociation, esa competencia fue en Tlaxcala en 2016, había como 200 competidores, yo ya promediaba unos 35 segundos, fue cuando me decidí, obviamente hay muchas reglas, penalizaciones, cosas qué seguir, porque te puede ir mal con el resultado si no las sigues. Después me di cuenta que me gustaba y apasionaba, las personas son súper amables, pese a la competencia, no conocía a nadie y me trataron como si me conocieran, la comunidad es muy bonita, la camaradería es increíble”.
¿Cuál fue el siguiente reto importante?
“La primera competencia me marcó, me motivó a seguir mejorando, quedé en el puesto 63, pero en la segunda que fui, casi un año después, mejoré mucho y varios me empezaron a ubicar. En mi primera competencia mi mejor tiempo fue de 24 segundos, en la segunda lo bajé a 9, varias personas comenzaron a poner el ojo sobre mí, había mejorado muchísimo y quería seguir haciéndolo para ser de los mejores del país”.
¿En qué momento decides competir en la modalidad de solo una mano?
“En las competencias hay bastantes categorías, una de ellas es armar el clásico de 3x3 con una sola mano, la empecé a practicar por gusto y porque se veía ‘cool’. Poco a poco, conforme practiqué, agarré más práctica, empecé a mejorar muchísimo, iba subiendo muy rápido en el ranking nacional e internacional. En una competencia me propuse romper el récord nacional, ahí lo rompí por primera vez en 2019 en Ciudad de México. Ese récord me llevó a Rusia en noviembre, fui patrocinado por Red Bull, y estuve con los mejores del mundo. Desde entonces voy mejorando, rompiendo mis récords, ahora rompí dos récords el pasado fin de semana, uno en single (tiempo a una sola resolución) y el de promedio, ya era número uno del país, pero logré superar mi récord. Soy el número uno de México, soy el más rápido del país, soy el puesto 30 de todo el continente de América. El más rápido se llama Patrick Ponce, lo arma como en 8 segundos en promedio”.
¿Qué pasa por tu mente cuando estás por iniciar la competencia?
“Siempre trato de reconocer patrones y buscar formas, uso un método que es CFOP o Fridich que consta de 120 algoritmos, uso ese método para reconocer patrones y hacerlo lo más rápido que pueda, obviamente todas las resoluciones son diferentes, me sé otros sub métodos pero todos cumplen una función diferente en el cubo, lo que hago es ver un poco más allá, por así decirlo, como predecir lo que va a pasar en el cubo con respecto a los movimientos que voy haciendo, siempre estoy reconociendo lo que puede pasar con cada movimiento, eso es lo que me hizo armar el cubo en nueve segundos con una mano”.
¿Qué retos vienen para ti, en un futuro? ¿Seguirás ligado a esta habilidad?
“El próximo año me gustaría ir al Mundial de Seúl, en Corea. En dos años más iré al Continental Norteamericano en Minneapolis, Estados Unidos, también busco ir al Campeonato Europeo. El día de hoy no tengo un límite, me gustaría seguir compitiendo, seguir mejorando mis propias marcas, seguir rompiendo récords, porque es algo que me encanta, seguir aprendiendo, seguir compitiendo, porque no sólo me ha abierto las puertas a tener récords, sino a tener amistades de toda la vida, conocer lugares, ir a otros países, no tengo un límite y me gustaría seguir en esto durante mucho tiempo”, concluyó.
AFM