“Desde niño siempre quise ser seleccionado nacional en algún deporte, aspiraba a ser futbolista profesional para vestir el uniforme y representar a México en otros países”, cuenta Alejo Hernández Peláez, a quien el destino lo condujo a cumplir este sueño y estar entre los cuatro mejores tiradores en la modalidad tiro con arco 3D en México y el número 22 del mundo.
Alcanzar esta posición no fue fácil, sobre todo porque es de condición humilde. Alejo nació en Plan de San Miguel, una comunidad pequeña perteneciente al municipio de Caltepec, situado en la Mixteca poblana, de donde salió hace 19 años con la mente de triunfar, de llegar a la Ciudad de México donde quedaría inmerso entre los millones de personas que migran a la capital del país. Lo hizo no solo para mejorar sus condiciones de vida, sino para abrirse camino en medio de las adversidades.
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Dentro de los empleos que tuvo en esa gran urbe fue ser chofer de un camión, trabajo que le dejó grandes satisfacciones porque se convirtió en la llave de su éxito para trascender; fue precisamente en este oficio donde conoció al entrenador nacional de tiro con arco Javier Morales Rangel, mejor conocido como “Choky”, cuando éste capacitaba a los seleccionados nacionales.
Alejo llegó al lugar donde estaba el equipo y miró fijamente los movimientos de los seleccionados y la forma en que realizaban los tiros, fue entonces cuando Morales Rangel lo invitó a que realizara unos tiros con arco.
“Me dijo que no solo los viera, sino que intentara tirar con el arco, equipo que no conocía, nunca antes lo había tocado, sólo los había visto en la televisión cuando practicaban este deporte los profesionales. Recordé esas imágenes y vencí el miedo e hice mis primeros tiros”.
A partir de entonces comenzó a practicar una y otra vez, el entrenador lo observaba, tuvo la confianza en él, y de esta forma, desde hace cuatro años realiza este deporte.
Sus participaciones
Alejo recuerda que en mayo de 2017 debutó en un concurso regional en la ciudad de Puebla, donde quedó en segundo lugar. A partir de entonces participó en los siguientes cuatro regionales, donde se colocó en la segunda posición.
Después tomó parte en un campeonato nacional donde quedó en el primer lugar y así escaló hasta ser seleccionado nacional, posición que alcanzó porque con la práctica adquirió mayor destreza en cada uno de los tiros que hacía.
La dedicación y el esfuerzo que ha hecho por mantenerse en los primeros lugares de este deporte lo llevaron a convertirse en el más novato de los seleccionados, porque llevaba tres años de práctica en el tiro con arco y dos de ser seleccionado nacional.
Venció las limitaciones económicas
Llegar al lugar donde ahora está no fue fácil en el aspecto económico, el salario que percibía como conductor no le era suficiente para cubrir los gastos que generaba este deporte, en el cual tenía que hacer viajes para participar en competencias y compra de equipo. Cuando se convirtió en seleccionado nacional no hubo apoyo por parte de la Federación Nacional de Tiro con Arco, recuerda que los participantes tuvieron que comprar el uniforme.
“Para cubrir mis gastos tuve que hacer rifas, -al ser fotógrafo de profesión- vendí y rifé algunas de las fotos que había tomado. Tuve el apoyo de mis hermanos, amigos, incluso de habitantes de mi comunidad que conocieron que era el primer seleccionado nacional, que saldría a representar a México a un país lejano, de esa forma pude acudir en el 2019 al Mundial de Canadá”.
Una pausa en su participación
Por la pandemia del coronavirus todas las competencias están detenidas, sin embargo, Alejo Hernández Peláez confía en retomar ese deporte con el equipo nacional, porque en lo personal asegura que no ha dejado de entrenar para no descender en el aspecto competitivo. Tiene como meta participar en las siguientes competencias que programe la Federación Nacional, ya que su reto es calificar para el Mundial, que estaba programado a desarrollarse en Italia, pero las condiciones sanitarias no lo permiten.
Sin embargo, quiere mantenerse entre los mejores tiradores de arco a nivel nacional, para calificar al siguiente mundial, porque “uno de mis retos es ir por una medalla, como todo atleta siempre aspiras a tener una condecoración en ese nivel de competencia y estoy seguro que lo voy a lograr”.
Trabaja desde su comunidad
En 2010 Alejo decidió regresar a su comunidad, donde combina el entrenamiento para el siguiente Mundial con el trabajo que hace con los habitantes de su pueblo natal, donde capacita a niños y adultos en tiro con arco sin cobrar a los interesados, “porque a mí me enseñaron este deporte y mi entrenador nunca me cobró”.
Además, trabaja en fotografía para una empresa nacional y en el proyecto de la cría de gallinas a libre pastoreo y producción de huevo, practica ciclismo de montaña en modo recreativo y competitivo con un grupo de jóvenes de las comunidades vecinas. Asimismo, colabora con algunas comunidades de esta región en proyectos de ecoturismo.
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