Aaron Rodgers tuvo una magnífica noche en el MetLife Stadium, de esas que acostumbraba cuando era más joven y las lesiones no le aquejaban, cuando comandó a New York Jets a la victoria sobre New England Patriots en la Semana 3 de la NFL.
Si bien el momento del partido fue protagonizado por el quarterback de 40 años, este no fue por una anotación o un pase, sino por el empujón que le dio a Robert Saleh, su entrenador en jefe, al conseguir la segunda anotación para los Jets.
En conferencia de prensa, Rodgers dijo entre risas que Saleh no es una persona que suele abrazar a sus jugadores, por lo que le sorprendió que hiciera eso en pleno partido.
"No suele dar muchos abrazos, así que no sabía que lo iba a hacer", dijo Rodgers. "También le gusta hacer el empujón de pecho con las dos manos. Habla mucho de ventajas de dos anotaciones. Así que le di un empujón y le dije: 'Ventaja de dos anotaciones'", explicó.
Por su parte, Robert Saleh se limitó a hablar sobre el desempeño de Rodgers en el terreno de juego y se sintió aliviado por el "alto nivel" que demostró ante los Patriots.
"Lo bueno es que mostró la movilidad que vimos en el campo de entrenamiento. Puede que ya no sea lo que era antes con las piernas, pero su brazo todavía tiene 30 años y su mente sigue funcionando a un alto nivel".
En el encuentro de la Semana 3 de la NFL, Rodgers lanzó para 281 yardas y dos touchdowns. Se convirtió en el cuarto quarterback en toda la historia de la NFL en completar el 75 por ciento de sus pases y lanzar al menos 250 yardas en un solo partido, todo esto a la edad de 40 años o más.
"Este fue el primer paso para jugar como sé que soy capaz de hacerlo. Me sentí como si fuera yo mismo hace cinco años", expresó Rodgers tras el partido.
RGS