En el cierre de la temporada regular de la NFL, algunos equipos consiguieron su pase a los playoffs. En esta última ronda, específicamente en la temporada de 1992, aconteció uno de los momentos más recordados del futbol americano: el conocido ‘The Comeback’ por parte de los Buffalo Bills.
Para esa temporada los Bills terminaron en el segundo lugar de su división, aunque su ofensiva fue la segunda mejor de la liga con 6 mil 114 yardas. Por su parte, Oilers también se ubicaron en la posición dos de la extinta División Central de la AFC, siendo la tercera mejor defensiva.
Además, en la temporada regular los de Houston vencieron 27-3 al conjunto de Buffalo, donde Jim Kelly salió por una lesión y Frank Reich salió a suplirlo. El 3 de enero de 1993, Oilers (hoy Tennessee Titans) se enfrentaron a los Bills en la serie de comodines.
En aquella tarde, ambas escuadras se reunieron en el Rich Stadium con ganas de imponerse ante el rival. Comandados por Warren Moon, Houston dominó el encuentro desde temprano, logrando cuatro touchdowns en la primera mitad. Además, mantuvieron el control del juego impidiendo que los Bills se acercaran a la zona de anotación, aunque sólo obtuvieron una oportunidad con un gol de campo.
Con las ausencias de Thurman Thomas y Jim Kelly por lesión, Reich y Kenneth Davis salieron al terreno de juego para intentar rescatar el resultado adverso de 28-3. Del mismo modo, el quarterback suplente obtuvo su revancha frente a Oilers por el duelo de la temporada regular.
Para la segunda mitad, el coordinador defensivo Walt Corey acomodó la línea a 3-4 para intentar detener el ataque rival. No obstante, la estrategia no funcionó y McDowell, a sólo dos minutos de reanudar el juego, anotó nuevamente y extendió la ventaja a 32 puntos. En unos instantes las esperanzas de los Bills cayeron; sin embargo, una simple jugada cambió el rumbo del juego.
Golpe de suerte
Tras la última anotación, los Bills recibieron un golpe de suerte luego de que el despeje de Al Del Greco se convirtió en una patada corta, por lo que el ovoide cayó directo en los de Buffalo y consiguieron su primera anotación, dejando el marcador 35-10.
Metzelaars, Reed, Reich y Davis encaminaron a la ofensiva directo a la remontada. Gracias a un pase de mariscal para Don Beebe, Bills recortó el marcador a 35-17. Los aficionados en el estadio comenzaron a alentar cada vez más fuerte al equipo local. Al ver el trabajo de sus compañeros, la defensiva hizo lo suyo y detuvo a los Oilers.
En sólo 10 minutos en el tercer cuarto, Bills hizo 21 puntos y estaba a 11 de igualar el marcador. Al tener una ofensiva obsoleta, los de Houston no pudieron conseguir más anotaciones, dejando el paso para que Reich y Reed remontaran el duelo por 38-35. Sin embargo, los Oilers lograron un gol de campo que empató la serie.
Aunque Houston comenzó con su ofensiva en el tiempo extra, una combinación de pases incompletos generó que alcanzara la zona de anotación. Así, en una intercepción de Nate Odomes, Bills arrancó su ataque en primera y diez en la yarda 20 del rival. Gracias al acarreo de Davis, Steve Christie consiguió un gol de campo de 32 yardas, cerrando el partido con un marcador de 41-38.
Con este resultado, Buffalo Bills avanzó a la ronda divisional. En los siguientes duelos se deshicieron de Pittsburg (24-3) y Miami (29-10), consiguiendo su tercera final de forma consecutiva. Si bien el equipo no pudo coronarse en aquellas ocasiones, el duelo ante Oilers fue nombrado como The Comeback, la remontada más grande de la NFL.