Nacido un 22 de marzo de 1989 en Pewauke, un pequeño poblado de menos de 15 mil personas en Wisconsin, Justin James Watt creció para convertirse en uno de los mejores defensivos de la NFL en la última década. Sin embargo, antes de que el americano se convirtiera en un proyecto serio en su vida, el pequeño JJ Watt dividía su pasión deportiva de niño y adolescente.
Primero fue el hockey sobre hielo. Lo practicó de los 4 a los 13 años, hasta el punto de viajar con el equipo infantil a jugar a Canadá y Alemania. El deporte siempre estuvo presente desde temprana edad en su vida, pero el hockey lo tuvo que abandonar porque se comenzó a volver muy exigente y la inversión comenzó a incrementar, además el americano llegó a su vida.
A la par practicó baloncesto, béisbol y atletismo ya en secundaria. Consiguió varios reconocimientos atléticos, hasta que en 2011 llegó el draft donde fue seleccionado por los Texans de Houston. Su padre, un bombero, y su madre, vicepresidenta de operaciones en un edificio, creció con dos hermanos menores que también juegan en la NFL hoy.
Hace un par de años, cumpliendo un sueño infantil, JJ Watt terminó rompiendo la bicicleta de un niño. Los Packers y Texans compartían campamentos de cara a un juego de pretemporada y la tradición dicta que jugadores pueden llegar en las bicicletas de los más jóvenes aficionados a la práctica. JJ Watt creció como aficionado a Green Bay y siempre quiso ser parte de esta experiencia, lo fue de cierta manera.