El integrante del Salón de la Fama Michael Irvin y ex jugador de los Cowboys de Dallas, perdió el habla por un grito de festejo que realizó durante la caída de los Santos de Nueva Orleans ante Dallas la pasada temporada de la NFL 2018.
Dicha situación no ha tenido mejora y decidió practicarse un examen para descartar alguna enfermedad más grave, como el cáncer de garganta que padeció su padre.
"Estaba tan contento que perdí mi voz y el problema persistió por casi dos meses", menciona Michael Irvin.
Tras la muerte de su padre por el mismo padecimiento a sus 51 años de edad, el ex receptor estrella procedió a realizarse dichos estudios para prevenir una enfermedad grave.
“Después de visitar a algunos de los mejores médicos, pensaron que sería prudente analizar la situación con mayor profundidad. Así que programamos y realizamos una biopsia de garganta.”, describe Michael Irvin en su cuenta de Instagram.
Irvin fue tres veces campeón del Super Bowl pero a raíz de que se lesionó la espina dorsal en el 1999 tuvo que cortar su carrera deportiva.
C.C.