Hace un año, los aficionados mexicanos vivieron uno de sus peores miedos cuando la NFL decidió cancelar el Monday Night Football entre Jefes de Kansas City y Carneros de Los Ángeles, originalmente programado para el lunes 19 de noviembre en la Ciudad de México, trasladándose a Los Ángeles, al Coliseo Memorial.
Las malas condiciones en las que se encontraba césped del Coloso de Santa Úrsula evitaron que el partido pudiera llevarse a cabo. Un partido que pasó como uno de los mejores de la temporada, con una victoria 54-51 de los Rams sobre los Chiefs, así como un circo aéreo protagonizado por Jared Goff (31 pases completos de 49 intentos para 413 yardas y cuatro touchdowns) y Patrick Mahomes (33 completos de 46 lanzamientos, 478 yardas, seis anotaciones y tres intercepciones). Un espectáculo que nuestro país no pudo disfrutar debido a una mala logística.
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¿Cómo sucedió todo?
Todo comenzó el 31 de mayo, cuando la administración del inmueble anunció la instalación de un césped híbrido, el cual debió estar listo el 10 de julio, 11 días antes del debut de Cruz Azul contra Puebla en el Apertura 2018. Esta tecnología fue usada para el estadio Alejandro Morera Soto, casa del Alajuelense de Costa Rica, convirtiéndose en la primera cancha en el continente en contar con estas condiciones.
Los trabajos iniciaron el 10 de junio, colocándose una capa de arena, una de pasto artificial, más arena y césped natural, todo con el fin de imitar a los mejores escenarios del continente europeo. La empresa Tarkett Sports, junto a Turf Managers Specialist, dirigida por Enio Cubillo, fueron los encargados de este proyecto.
Sin embargo, la falta de planeación en este proyecto repercutió severamente. La cancha del estadio costarricense tuvo más de tres meses para la siembra y su mantenimiento, mientras que el inmueble mexicano contó con únicamente 40 días para tratar de afianzarse. De hecho, el pasto designado para el Azteca tuvo que sembrarse en un campo alterno, debido a que no se tenía el tiempo suficiente. Lo que estaba programado para culminar el 10 de julio lo hizo hasta el 20, a un día del debut de La Máquina y La Franja.
El regreso de los celestes al Estadio Azteca provocó que el calendario tuviera partidos de Liga MX en el inmueble cada ocho días, en vez de los 15 que había originalmente, con América como el único local. A estos partidos se les sumó los de ambas escuadras en la Copa Mx, en tanto las constantes lluvias también perjudicaron su mantenimiento.
Todos estos factores comenzaron a deteriorar el césped. Como prueba, algunos sectores de pasto se desprendían conforme avanzaba la acción de los jugadores. Incluso sonaba la versión de que Cruz Azul y América jugarían fuera de este estadio temporalmente para tratar de mejorar la cancha, cosa que no sucedió.
A la constante actividad se le sumaron los conciertos. La cantante Shakira se presentó el 11 y 12 de octubre, mientras que el miércoles 7 de noviembre, Telehit presentó un evento musical por sus 25 años, el cual perjudicó a la cancha e hizo que el estado de la cancha trascendiera en medios internacionales.
El último partido de Liga en el Estadio Azteca antes de hacer la entrega para el cotejo de americano fue el 10 de noviembre entre Cruz Azul y Lobos BUAP, donde jugadores y técnicos lamentaron las condiciones en las que jugaron.
Ante la ola de rumores sobre la cancelación del juego, la NFL confirmó la noticia el martes 13 de noviembre a través de un comunicado.
CC