Tal vez la ciudad de Kansas no es la de mejor historial deportivo en los Estados Unidos, pero desde la década pasada, sus equipos han levantado la mano para estar presentes en los momentos de definición de las ligas más importantes de EU, con títulos en MLB, MLS y NFL.
Anteriormente, solo en 1969, en la NFL, y 1985, en MLB, Kansas City había saboreado las mieles del triunfo; pero con la llegada del nuevo milenio, los Wizards de la MLS dieron a la ciudad su tercera corona en una liga importante. y a partir de la segunda década de este siglo, las cosas han cambiado notablemente.
Luego de solo tres títulos importantes a lo largo de todo el siglo XX, los equipos de Kansas City ya han conseguido cuatro en apenas la quinta parte del XXI, destacando que tres de ellos llegaron en la última década, la cual, obviamente, se ha convertido en la mejor en la historia de esta ciudad de Missouri.
Del Wiz al Sporting
Tal vez no fue espectacular, pero un título es un título. Liderados por el guardameta Tony Meola, los Kansas City Wizards se alzaron con la corona de la MLS al vencer en la MLS Cup por 1-0 al Chicago Fire.
El equipo del técnico Bob Gansler, que jugaba en el Estadio Arrowhead, contaba con el danés Miklos Molnar como su mejor anotador y en Peter Vermes a su bastión defensivo; estuvieron a punto de quedar eliminados ante el Galaxy en semifinales, pero avanzaron en muerte súbita y no pararon hasta el 15 de octubre del 2000, cuando le dieron a la ciudad su primer título en una liga mayor desde 1985.
Trece años después repetirían la hazaña, el 7 de diciembre del 2013, aunque bajo el nombre de Sporting Kansas City y jugando en el Sporting Park.
Esa vez, Vermes era el técnico y, aunque la figura del equipo seguía siendo el guardameta, éste ya era el danés Jimmy Nielsen. Los hombres más notables del conjunto que venció 7-6 en shootouts en la final al Real Salt Lake eran el defensa Matt Besler y el mediocampista Graham Zusi.
Los Royals de alcurnia
En 2011, Ned Yost llegó a Kansas City a cambiarle el rostro a un equipo por años reconocido por su mediocridad, pues no solo había ganado su último título en 1985, sino que ese año había sido también la última vez que habían calificado a playoffs.
En 2014, con un lineup de miedo que incluía al receptor Salvador Pérez, los infielders Mike Moustakas, Omar Infante y Alcides Escobar, más los jardineros Alex Gordon y Lorenzo Cain, los Royals no nada más calificaron, sino que se metieron hasta la Serie Mundial, en la que luego de ganar 10-0 el Juego 6, parecían tener todo preparado para coronarse jugando en casa, el Kauffman Stadium.
No obstante, Yordano Ventura no pudo solo y Madison Bumgarner les aguó la fiesta, así que los Reales debieron esperar un año más.
En 2015 volvieron, y ante la trágica pérdida de Ventura, trajeron a Johnny Cueto para ayudar a Edinson Vólquez y Chris Young para ser el soporte del mismo extraordinario lineup, y el resultado fue el esperado: el título, el cual fue el primero en 30 años para la franquicia y el segundo en tres años para la ciudad.
Ahora sí son Jefes
Alargando a cinco años su racha de años consecutivos calificando a playoffs, los Chiefs del coach Andy Reid comenzaban a sentir la presión por no poder dar el siguiente paso, así que las cosas estaban claras para 2019: o mejoraban lo hecho en 2018 o el equipo buscaría a alguien más para hacerlo.
La meta, por tanto, era ganar la Final de Conferencia, lo que implicaría llegar al Super Bowl por primera vez en 50 años. En 2018, KC perdió ante Tom Brady y los Patriotas, en 2019 no hubo nadie que pudiera detenerlos.
Ni los Texanos ni los Titanes fueron rivales para el trabuco comandado por Patrick Mahomes, que llegó al Supertazón para enfrentar a San Francisco. Al comienzo del cuarto cuarto parecía que los Niners se llevarían la victoria, pero Reid manejó, Mahomes ejecutó y los Jefes se consagraron como los nuevos monarcas de la NFL.
Ese fue el segundo título de los rojos y el tercero en siete años para la ciudad de Kansas. El tercero en tres ligas diferentes, confirmando así el mejor momento deportivo en su historia.
Luego de romper una racha de medio siglo sin coronarse, este domingo los Chiefs saltarán al emparrillado del Estadio Raymond James con la oportunidad de ganar su segundo título en fila, mismo que será el primer paso para que la palabra ‘dinastía’ comience a sonar con mayor sentido en una ciudad que está dando el paso para convertirse una metrópoli de campeones.