Con cuatro de sus hijos portando los nombres de jugadores del León, y 51 años de fanatismo, Baltazar Gutiérrez se ha convertido en uno de los seguidores más fieles del equipo, acompañándolo en cada paso, sufriendo cada derrota y gozando cada triunfo.
Don Baltazar es conocido, entre otras cosas, por haber llevado su pasión a otro nivel, lo cual se ha visto principalmente reflejado en su familia, pues, en la posibilidad de tener a sus hijos, vio la oportunidad de plasmar el amor que siente por La Fiera, nombrándolos como sus jugadores favoritos de aquel tiempo.
A lo largo de su vida tuvo cinco hijos, pero sólo cuatro de ellos tienen en sus nombres parte de la identidad del equipo del León. El primero de ellos fue Missael, en honor al jugador Missael Espinoza, quien también fue delantero en equipos como el Necaxa; el segundo es Fabián, por Edgardo Fabián Prátola, el aguerrido jugador argentino que lamentablemente falleció en el 2002, después de años de jugar como defensa; el siguiente fue Aldo, en honor a Aldo Díaz, el portero de los verdiblancos, quien se convirtió en amigo de Baltazar; y finalmente nació Esmeralda, cuyo nombre hace alusión al equipo. Pero, ¿qué piensa su esposa?, ¿qué dicen de esto sus hijos? En realidad todos están felices, pues desde hace años han acompañado y vivido la pasión que Baltazar siente por el Club León.
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Actualmente Don Baltazar tiene 60 años, y platica que su vida como aficionado comenzó cuando tenía nueve, pues recuerda que en aquel tiempo se escapaba de clases para ir a ver a su equipo entrenar. Años más tarde, su admiración lo llevó a convertirse en el creador de la Porra Ultraverde, de la mano de Tito Manríquez, el célebre comentarista y periodista deportivo, con la cual animaría al León durante poco más de dos décadas.
Hasta la fecha, el verdiblanco de corazón sigue presente en cada momento del equipo; viajando a su lado, yendo a todos los juegos, y desde luego celebrando sus triunfos en el estadio, entre abrazos, festejos en casa, y análisis de cada partido en compañía de lo más importante en su vida: su familia.
Y es que este año no será la excepción, pues tanto Don Baltazar, como su esposa y sus hijos, ya se preparan para la próxima Final y, aunque todavía no tienen boletos para el partido que se celebrará en Guadalajara, planean acudir para animar al equipo, ya sea desde afuera, o desde adentro del Estadio.
Sin duda, Baltazar es una muestra del amor y la pasión que se puede sentir por el futbol, pero también de que, en ocasiones, esto puede traer consigo acciones extraordinarias.
ALOL