Nada asegura la continuidad de un proceso, ni siquiera los buenos resultados, eso está comprobado en el deporte jalisciense. Pero la relación de Sergio Valdeolmillos con Astros de Jalisco provoca sensaciones distintas, como si estuvieran hechos el uno para el otro. Un equipo nuevo con intenciones de trascender y un entrenador que sabe de resurrecciones.
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El español es el segundo entrenador en la historia de la institución en sus cortos dos años de vida. Fue el primero en clasificarlos a postemporada en una campaña por demás interrumpida y atípica, pero ya se aseguró un lugar en esa historia. “Yo soy inconformista con las situaciones”, dice Valdeolmillos; quizás ahí está la clave.
Sergio no evita la autocrítica. “Es verdad que hemos llegado al final en una situación muy buena en nivel deportivo y jugando muy buen baloncesto. Ha sido un proceso tan corto que me cuesta evaluarlo. Intentábamos hacer cosas que posiblemente en tan poco espacio de tiempo era más complicado”, comentó.
“Es un equipo que en un proceso más largo hubiera dado más que hablar. Hemos construido las bases de cara a un futuro. Un equipo que dándole una continuidad, viendo las debilidades y mejorándoles, tiene un gran recorrido de mejora”, continuó el de Granada sobre sus Astros. Eliminar a los entonces actuales campeones Soles de Mexicali no fue obra de la casualidad.
La unidad, la humildad y la solidaridad son sus principales valores, aquellos que intenta imprimir en su familia y, por lo tanto, también en su equipo. Valdeolmillos quiere “tener una identidad fundamentalmente de jugadores mexicanos” y que esto se pueda compaginar con ser protagonista en la Liga Nacional de Baloncesto Profesional. Con miras a un 2021 incierto, sus deseos están fuera de pretensiones.
“Mi deseo para el 2021 para los Astros de Jalisco sería que acabara el covid-19 y ver la arena llena de afición identificada con el equipo. Ese sería mi mayor deseo para el 2021”, expresó el español. Sergio no es ajeno a la situación del baloncesto mexicano, por eso, para el año que viene desearía “que se acabaran los problemas que hay”.
“Realmente desde que llegué a México siempre hay problemas, nunca se solucionan las cosas. No hay, para el equipo nacional, que es el que transfiere el baloncesto y comunica más el baloncesto al país, no hay solución que se pueda aportar. Lo más importante es que eso se pudiese arreglar”, externó Valdeolmillos. Una situación que siempre ha buscado desde que llegó por primera vez al país.
Por último, espera solidaridad en el próximo año. “El deseo para el mundo en general es que tenemos que tender más la mano a los demás y que nos tenemos que ayudar más a los demás los unos a los otros. Eso no cabe duda”, finalizó antes de sentenciar “Ubuntu”, aquella frase promovida por los Chicago Bulls de Phil Jackson en la década de los noventa. Y es que realmente nunca se sabe cuándo está por iniciarse una dinastía, por más incierto que luzca el año que comienza.
SRN