El día que 'Satanás' Arroyos frenó a Michael Jordan

Edición Fin de Semana

En 1983, la Selección Mexicana de baloncesto se enfrentó a Estados Unidos en los Juegos Panamericanos en Caracas; José Luis Arroyos marcó a Michael y sólo le permitió hacer 18 puntos.

José Luis Arroyos. (La Afición)
Ciudad de México /

Michael Jordan es considerado, casi de forma unánime, como el mejor jugador de basquetbol de todos los tiempos y uno que definió completamente un deporte, llevándolo al siguiente nivel.

Alrededor de este gran personaje existen muchas historias que rodean el mito de Air Jordan y valen la pena contarse. Una de esas historias es precisamente cuando México y su figura, José Luis Arroyos, coincidieron con el legendario jugador y lo pusieron en aprietos.

El hecho ocurrió en 1983, cuando la Selección Mexicana se enfrentó a Estados Unidos en los Juegos Panamericanos de Caracas; en aquella época, Jordan apenas acababa su tercer año de estudios con la Universidad de Carolina del Norte, pero ese joven de 20 años ya daba nota alrededor del mundo y llegaba como una de las grandes figuras de aquella justa deportiva.

Ahí le tocó enfrentarse a José Luis Arroyos, quien desde un año antes ya era conocido con un apodo que es, por no decir menos, uno de los más identificables y a la vez inusuales para cualquier persona: Satanás. El basquetbolista ya se había ganado un lugar con los Dorados de Chihuahua en el baloncesto mexicano, razón por la que recibió su convocatoria a la Selección Mexicana que jugaría los Panamericanos.

“Es una experiencia que no se va a repetir nunca, para mí y para muchos jugadores de basquetbol; él y yo somos de la misma generación”, relató para MILENIO-La Afición el ex jugador, que reconoció que enfrentar a Estados Unidos siempre es complicado, debido a que ellos juegan un nivel muy distinto de basquetbol; sin embargo, Satanás y compañía no se proponían ser un rival accesible.
“La mayoría éramos puros jóvenes y todavía no visualizábamos lo que era jugar contra un equipo como el de los Estados Unidos; sabíamos que era un equipo grande, pero no sabíamos quiénes venían en ese equipo”, recuerda el ex basquetbolista.
“Cuando nos dicen quienes vienen, nos dio nervios, porque ellos se estaban preparando para los Juego Olímpicos de Los Ángeles, en 1984, era un equipo con jugadores que acababan de salir del colegio y que ya estaban por firmar en la NBA, la mejor Liga del mundo”.

El enfrentamiento se dio justo en el primer partido de ambos equipos, pero la sorpresa fue la que se dio, cuando México se fue al descanso con una ventaja de 47-36 y un colchón máximo de 20-4, para sorpresa de todos: “Vaya sorpresa que se llevaron ellos”, recordó Arroyos con felicidad, pues el equipo nacional aguantó hasta que los Estados Unidos tuvieron que sufrir para llevarse el triunfo por 74-63, pero con las sensaciones de que México dio uno de los mejores juegos que jamás se hayan visto y Arroyos, quien marcó a Jordan, logró limitarlo a 18 puntos. Nada mal.

“Lo más importante fue que en un momento lo vi, como si estuviera pensando ‘¿qué está pasando con este equipo de México?’, porque fue una sorpresa para ellos el habernos enfrentado; nunca les habían dado tanta batalla en algún torneo, nosotros les dimos hasta donde nos alcanzó, esa es la realidad, dimos un gran juego y ellos ni se diga”.

Fue un fogueo suficiente para que el combinado azteca terminara llevándose la medalla de bronce de aquellos Panamericanos. ¿El oro dónde paró? Obviamente con los Estados Unidos.

El mejor de todos

Hoy, 17 años después, José Luis recuerda cómo fue esa sensación de enfrentarse a Michael Jordan, el mejor basquetbolista de la historia: “El enfrentar al más grande jugador de la historia del basquetbol, para mí es algo inolvidable, porque sudamos la camiseta, tuvimos choques y roces en el juego y vimos el gran talento que ya mostraba, aunque era alguien que estaba en el colegio… ya se veía que sería un gran jugador, pero nunca pensamos que sería lo que es ahora, leyenda e historia”.

Y sigue: “El jugar contra él, defenderlo, verlo volar, verlo defender, verlo hacer canastas increíbles es algo que ya no se volverá a repetir, algo que queda en mi historia… Es algo que no quiero quedármelo, quiero que la gente sepa que yo tuve esa gran fortuna de enfrentarme a Jordan en Panamericanos”.


  • Michel Cruz
  • oswaldo.cruz@milenio.com
  • Reportero en La Afición desde 2016. Egresado de la Licenciatura en Comunicación y Periodismo en la FES Aragón, UNAM.

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