David Stockton vino a México

El hijo de John, una de las leyendas de la NBA y del Jazz de Utah, visitó nuestro país con la selección estadunidense

David Stockton (Mexsport)
Juan Pablo Sánchez
Ciudad de México /

Aunque la selección de Estados Unidos a la que derrotó el cuadro mexicano el jueves, como parte de las eliminatorias al Mundial de basquetbol estaba conformada por jugadores de la G-League, había un elemento que terminó la temporada en un roster de la NBA e incluso tuvo algunos minutos durante los playoffs, el movedor David Stockton.

El armador de 27 años es hijo de John Stockton, miembro del Salón de la Fama de la NBA, después de ser parte del Dream Team en los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992, de alcanzar dos Finales con el Jazz de Utah y ser el líder en asistencias y robos de balón de todos los tiempos en la Liga.

Sin embargo, el camino no ha sido sencillo para David. Fue a la misma universidad que su padre, Gonzaga, pero no fue seleccionado en el Draft de 2014 en la NBA, por lo que comenzó una larga carrera en la Liga de desarrollo.

Debutó en la NBA el 21 de febrero de 2015 con los Kings de Sacramento en un duelo ante los Clippers de Los Ángeles donde inauguró su casillero de asistencias y puntos, en poco menos de siete minutos en la duela; luego disputó un par de partidos más en esa campaña, pero volvió a la G-League.

Probó suerte en Europa, con el Cedevita Zagreb, de Croacia, y luego en Nueva Zelanda, con los Breakers, pero para 2017 regresó a su país, de nuevo al paso previo a la Liga de basquetbol más importante del mundo.

Al final de la recién concluida temporada de 2017-18 fue llamado por el equipo de su padre, el Jazz de Utah, tras la lesión del brasileño Raúl Neto, que dejaba sin armadores a uno de los calificados de la Conferencia Oeste, tras los problemas que también tenía el titular, el español Ricky Rubio.

El 25 de marzo de 2018 debutó ante la mirada del legendario número 12, en un encuentro ante los Warriors de Golden State en el que pasó tres minutos en la duela con dos puntos y sin asistencias.

Se mantuvo en el roster de los de Salt Lake City hasta el final de la campaña regular e incluso vio acción en los playoffs.

En la primera ronda enfrentó a Russell Westbrook y Oklahoma City en una ocasión, y luego en la segunda fase a los Rockets de Houston, en otro encuentro donde incluso tuvo una canasta.

Tras la eliminación de Utah tomó unas vacaciones y se integró al equipo estadunidense de última hora, aunque no inició ante la selección mexicana en el Gimnasio Juan de la Barrera, fue quien más tiempo estuvo en la duela (27:28 minutos) con 10 puntos, dos asistencias y tres rebotes en la derrota 70-78.

“Ellos hacen varias cosas bien, nos ganaron, tienen elementos que están en el máximo nivel, juegan duro enfrente de la gente, que tiene mucha energía y pasión, así que para vencerlos tienes que ofrecer un muy buen partido”, analizó.

Su padre también había visitado el país, como parte de los partidos internacionales de la NBA, para enfrentar en días consecutivos a los Mavericks de Dallas en octubre de 1996, por lo que David le pidió algunos consejos: “me advirtió que la altitud afecta, es la más alta en la que hemos jugado y eso quedó demostrado (el jueves), nos faltaba el aire”.

SU HISTORIA CON EL JAZZ

El movedor también habló sobre su experiencia con el Jazz de Utah, el equipo en el que John fue leyenda y que incluso retiró ese jersey 12 en su honor: “fue genial, me divertí mucho y espero seguir con ellos”.

Sin embargo, el armador dijo que quiere construir su historia, al margen de lo que consiguió su padre. “Estoy aquí para jugar basquetbol, hacer lo que me gusta y lograr mis propias cosas para construir mi nombre, así quiero seguir”, señaló.

Sobre el cierre de temporada de la NBA, con el Jazz, uno de los equipos jóvenes que está llamado a pelear con Golden State, Houston y San Antonio por la Conferencia Oeste en el futuro, David afirmó que se trata de un roster lleno de talento.

“El cielo es el límite para ese equipo, ver lo preparado que está, ser parte de ello, lo jóvenes que son y el compañerismo que hay, creo que el futuro es positivo para ellos”, analizó.

El movedor sueña con comenzar la siguiente campaña con Utah, “es mi meta, intentaré mejorar y conseguirlo” e incluso no descarta regresar a México, pero ya como parte de la Liga.

“La ciudad parece muy bonita, el clima también, el basquetbol es bueno, así que si nos los piden, no me importaría venir el futuro”, concluyó la segunda generación de los Stockton.

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