Entre lágrimas, el ex jugador profesional de baloncesto Dennis Rodman se convirtió este martes en comentarista improvisado de la histórica cumbre entre el presidente estadunidense, Donald Trump, y el líder norcoreano, Kim Jong-un.
Desde Singapur, el deportista rompió en llanto y expresó su apoyo a la cumbre de los mandatarios a la cadena estadunidense CNN.
Kim "intenta hacer avanzar su país (...) y Donald Trump hará un buen trabajo", dijo emocionado a CNN, mientras portaba una gorra roja con el lema de campaña del republicano, Make America Great Again.
Rodman es conocido por su amistad con Kim y ha viajado varias veces a Corea del Norte desde que el mandatario llegó al poder.
Kim es "como un niño grande, aunque sea pequeño", agregó a CNN. "Creo que Donald Trump entiende que los norcoreanos tienen un corazón, un alma, tienen carisma y se quieren los unos a los otros", añadió.
Por su parte la Casa Blanca quiso dejar claro que, aunque Rodman sean un jugador "formidable" en la cancha, no tendrá ningún papel en las negociaciones.
Trump y Kim iniciaron su reunión en Singapur con el objetivo de tratar la posible desnuclearización de Pyongyang, en la primera cumbre entre ambos países tras casi 70 años de confrontación a raíz de la Guerra de Corea (1950-1953), y 25 de negociaciones fallidas y tensiones a cuenta del programa atómico norcoreano.