La WNBA tiene 26 años de historia, pero por primera vez este 2022, una jugadora con sangre mexicana ha aterrizado en la liga. Se trata de la escolta de 23 años nacida en Oregon, Evina Westbrook. Con una madre mexicana, asegura sentirse orgullosa de ser la primera mexicoamericana en la WNBA y que buscará seguir luchando por mantenerse en una muy competida liga.
El último mes para la novata ha sido una montaña rusa. En el último draft de abril fue seleccionada en la segunda ronda por Seattle Storm, después recaló en Minnesota Lynx donde promedio 2.6 puntos en 12.4 min de juego, para finalmente conseguir una tercera oportunidad con la franquicia de DC. El contrato inicial con las Mystics fue por siete días, ya que es normal probar al talento que sirve de recambio.
Si bien tuvo una pretemporada decente, ha sido difícil encontrar un hogar permanente y es que muchas jugadoras están en la misma situación ya que los rosters de los equipos están limitados y solo hay 144 lugares disponibles en la mejor liga de baloncesto femenil del mundo.
“Mi hermano siempre me ha apoyado y me dice ‘Sigues en la liga’. Es una gran bendición”, comentó tras sus primeras prácticas con Washington. Sobrellevar las emociones de ser cortada no ha sido fácil “Me di la noche para estar triste y molesta. Al siguiente día, iba a usar todo lo que sentía para agregarle a mi juego, agregar gasolina a ese fuego.”
Mike Thibault, el head coach de las Mystics, reveló que era probable que a Evina se le ofrecieran múltiples contratos de siete días, pero hay un máximo de tres que permite la liga, después de eso deben decidir si firmarla por la temporada o dejarla ir. Hasta el momento ha recibido buenos comentarios de compañeras y de entrenadores, ya que logró captar rápido el sistema de juego.
Westbrook pasó sus años universitarios con Connecticut Huskies, equipo femenil que ha estado presente en las Final Four, excepto en la temporada 2019-2020 debido a la pandemia.