No sólo se ha convertido en el decimocuarto argentino en llegar a la mejor liga de basquetbol del mundo, sino que Gabriel Alejandro Deck es el último en haberlo conseguido, y ese es un motivo de fiesta para el baloncesto latinoamericano.
Cuando quedaban 1:14 minutos para finalizar el primer cuarto, Gabriel Deck sustituyó a Darius Bazley para tratar de remontar el 29-20 que ya tenía en contra el Oklahoma City Thunder ante los New Orleans Pelicans, dando inicio a la carrera en la NBA del joven de Añatuya.
Ya en el segundo cuarto, y ya conseguir un rebote ofensivo, El Tortuga se plantó ante Zion Williamson, a seis pies de distancia del aro, para encestar sus primeros puntos a este nivel.
“Como jugador profesional uno siempre trabaja para tratar de estar en lo más alto, y está liga es el tope adonde uno puede llegar. Siempre lo ansiaba, trabajaba con mentalidad de seguir creciendo”, dijo el propio Deck en conferencia.
Sus números finales quedarán para la historia, pero Gabriel sabe que su camino con el Thunder apenas está comenzando: “Anoche, dentro de la cancha, a pesar de que ha sido el primer partido y sin conocimiento por ahí de algunas cosas, creo que día a día voy a ir conociendo más y adaptándome más al equipo y conocer a mis compañeros también”.
La NBA, premio para quien trabaja
Con un brillante antecedente en el Real Madrid, donde jugó por tres temporadas obteniendo tres Super Copas, una liga y una Copa del Rey, el joven de 26 años de edad y 2.01 metros de estatura, dijo:
“Es una gran vidriera, estar en uno de los mejores clubes de Europa para poder dar el salto aquí, pues es muy importante estar en un equipo como el Real Madrid, prepararse, enfocarse y trabajar día a día ayuda para poder mostrarse… pero creo que cualquier jugador, el cualquier lugar y en cualquier club, si trabaja bien y lo hace día a día y da el máximo, puede estar aquí también”.
Se queda con los mensajes
Tal vez pareció que Gabriel tomo su debut con frialdad, pero el mismo corrigió: “Tenía muchos recuerdos, de mis amigos, de mi familia, de cuando jugábamos atrás de mi casa, con los chicos en el club, en todos los clubes que pasado, obviamente se suman todas ese combo de cosas… pero cuando entro a la cancha, trato de estar tranquilo”.
Y destacó el enorme apoyo que ha recibido, tanto de aficionados como de personas queridas:
“Ver tanto apoyo, en Argentina como el otros lugares, para mí es una felicidad enorme. Saber que uno ha hecho tanto esfuerzo y demás y que hoy la gente lo reconozca para mí es muy gratificante y me quedo con eso: con los mensajes de todo el mundo, de familia, amigos, conocidos”.
Con la meta de seguir trabajando
Tras haber conseguido la meta de llegar a la NBA, ahora Gabriel tiene una nueva: mantenerse, por lo que va a tratar “de sumar, de seguir bien, de aprender, de seguir creciendo y de poder adaptarme a esta liga y ojalá que pueda estar muchos años más aquí. Obviamente es un proceso largo y difícil, pero el club me lo está facilitando de la mejor manera para que pueda hacerlo”.
RGS