No es secreto que a varios deportistas les cueste trabajo el retiro definitivo. Muchos han decidido decir adiós en un buen momento de su carrera, pero a los meses o algunos años intentan regresar aunque ya nada vuelva a ser igual. Michael Jordan es la excepción a la regla y el más famoso comeback de la historia, sin embargo su compañero, clave en los seis anillos de campeonato que consiguió, Scottie Pippen, no tuvo el final soñado.
De entrada recordemos que tras el sexto anillo en el 98 fue canjeado a los Rockets de Houston, de ahí paso tres otras temporadas con Portland, para finalmente regresar para la 2003-2004 a los Bulls de Chicago, el equipo que lo vio nacer y alcanzar la gloria. Pippen firmó un contrato por dos años 10 mdd que de cierta manera compensaba el contrato anterior que había tenido, ya que le había quedado muy corto económicamente después de tanto éxito. Su rol fue de veterano para guiar a un joven equipo.
El 5 de octubre de 2004, a sus 39 años y más que nada obligado por las lesiones, Scottie Pippen anunció su retiro, tras una breve segunda etapa con los Chicago Bulls. “Quiero ser recordado como un gran compañero de equipo” mencionó en una conferencia después, a la vez que aseguró estar 100% convencido de su retiro tras 17 años en la duela. En diciembre de 2005 su jersey #33 fue retirado, sin embargo el 7 veces All Star intentó regresar a la NBA hacia el final de temporada de 2007 para un último baile con algún equipo que fuera a competir por un campeonato. A pesar de que hubo interesados, no fue contratado.
A sus 42 años y en forma, Pippen jugó una vez más profesionalmente pero en una corta aventura que tuvo en la liga de baloncesto de Finlandia y Suecia, jugó un total de tres juegos. Solo hasta julio de 2015 regresó a la NBA pero con un papel de embajador de los Bulls.
JMRS