La quinteta de los Ángeles de Puebla cayó en apretado encuentro ante los Leñadores de Durango, 91-93, dejando escapar la oportunidad de sumar victorias consecutivas en su casa.
En esta ocasión, dividió triunfo en la serie que disputó ante los representantes de la tierra de los alacranes en el gimnasio Miguel Hidalgo. Esta fue la décima serie que cumplen los poblanos en la Liga Nacional de Báaquetbol Profesional.
Derivado de su afán de impedir anotaciones en contra, la defensa alada en esta ocasión cometió varias faltas a la hora de tratar de recuperar el balón bajo el tablero, especialmente en el último lapso, donde se alternaron la ventaja en la pizarra.
Incluso producto de esa presión, salió expulsado Bryan Davis luego de que uno de los jueces marcara un faul técnico por un reclamo desde la banca, lo que originó que se modificara el planteamiento de la quinteta celestial.
Por lo cerrado del juego poca fue la diferencia que se fue registró, uno o hasta tres puntos lograba despegarse alguno de los contendientes cuando de inmediato su adversario igualaba o se acercaba.
En muchos de los casos, las anotaciones se registraban por el cobro de tiros libres.
Pero todo cambió cuando le restaban 3 minutos en el cronómetro, pues los tumba árboles se despegaron 78-86.
Un minuto después, la ventaja se había reducido a cuatro puntos, lo que albergó a los jugadores angelinos para redoblar esfuerzos para tratar de sobreponerse y adjudicarse su cuarto triunfo en casa.
Cuando restaban un minuto con 31 segundos, la diferencia solo era de un punto y con cinco faltas por bando, lo que cerró más la partida.
Para ese momento, los de Durango habían errado dos intentos de tiro de tres puntos desde la punta izquierda con relación a su ataque, lo que motivó a los locales para buscar la igualada. Pero la meta era sumar tres puntos, 85-88, y por delante restaban 60 segundos.
Con 35.9 segundos por jugar, la diferencis sólo era de dos puntos, pero los norteños en una colada ampliaron, 88-92.
Pero Jesús González encestó de tres y en la siguiente jugada se marcó una falta, pero ninguno de los tiros logró ser encestado y de inmediato se registró otro, que sí vio en uno de sus tiros acariciar la red.